Con la entrada a clases en escuelas y colegios públicos a partir de mañana, nutricionistas recuerdan a los padres de familia y estudiantes lo importante de reducir el consumo de alimentos con exceso de grasa y azúcares.
Candy Araya, nutricionista, comentó que una buena alimentación no exige erogaciones mayores.
“Una lonchera saludable no requiere mucho tiempo y siempre se recomienda hacerla en casa”.
Para lograr las 300 calorías de una merienda, propuso una cajita de leche, un emparedado de queso blanco o con embutido de pavo que tenga tomate y un mínimo de aderezo como salsa rosada.
Un fresco de frutas casero puede sustituir la leche. Para elaborarlo, se licúa una taza de fruta con agua y una o dos cucharaditas de azúcar. No hay que colarlo.
Así los padres se garantizan la cantidad de azúcar correcta, ya que un néctar que venden en el mercado puede tener el equivalente a seis cucharadas de azúcar; cuatro más de lo necesario.
Para motivar al niño, la merienda debe ir muy bien empacada y en recipientes llamativos para que le den ganas de comer.
Galletas pero sin rellenos
Según Araya, en lugar de comprar galletas con relleno o recubiertas de chocolate, los padres deben usar las simples y ponerles ellos mismos un poquito de mermelada o mantequilla.
Cereales, leche y una fruta picada constituyen otra opción.
En cuanto a las frutas, no hace falta comprar kiwis o fresas, ya que un banano o una mandarina son suficientes y pueden repetirlos varios días si a ellos les gusta.