Otto Monzón del Cid, piloto guatemalteco de la aeronave que se desplomó en el río Torres –en Pavas – con 177 kilos aseguró al Tribunal de Juicio desconocer que llevaba droga.
Según explicó, lo contrataron tras llegar a Costa Rica y cobró ¢60 por hora, que era la tarifa.
Monzón, cuyo hijo –también piloto – estaba entre el público, lloró durante la declaración.
Recordó aquella mañana del domingo 10 de octubre del 2010, cuando reportó a la torre de control que perdía altura.
En el accidente falleció el copiloto Máximo Ramírez. Monzón estuvo hospitalizado 439 días en el México y perdió una pierna.
Además de Monzón, están acusados los mexicanos Rubén Martínez y Elvis Mendoza, recluidos en máxima seguridad de La Reforma desde que un oficial de Fuerza Pública los detuvo, el 11 de octubre del 2010, cuando intentaron huir a Nicaragua.
El juicio inició ayer en la sala 12 de San José y está a cargo de los jueces Alicia Salas Torres, Álvaro Abarca, y Gary Amador Badilla.
