El proyecto país, impulsado por el expresidente José María Figueres, dejó ayer un sinsabor al darse a conocer que se centra más en una consulta popular que en brindar soluciones concretas a problemas nacionales.
La iniciativa, denominada “Vía Costarricense”, fue presentada por el exmandatario en las instalaciones del Instituto Nacional de Biodiversidad en Heredia.
Figueres destacó que el país atraviesa una época de desorientación luego de realizar varias visitas a comunidades y analizar el Estado de la Nación del 2011.
El expresidente, quien no descarta aún su posible candidatura a la presidencia de la República para las elecciones del 2014, mencionó que hay aspectos que mejorar en salud, economía, educación y democracia.
Aún así, ni él ni su equipo de trabajo, dieron alguna alternativa para corregir las fallas que se presentan, si no que se centraron en pedirle a la población que participe proponiendo opciones.
Jorge Oller, miembro de la junta directiva creada dentro del proyecto, indicó que quizás hubo un problema de comunicación sobre lo que trata el proyecto.
“Hay una expectativa general de esperar a que Moisés baje de la montaña con las tablas. Tal vez la comunicación hizo parecer esa expectativa”, dijo Oller.
En pro y en contra
Con tan sólo un día de haber sido presentado, el proyecto país ya cuenta con seguidores y detractores en el ámbito político.
Claudio Alpízar, politólogo, comentó que la proposición de Figueres merece ser analizada, ya que representa una estrategia política de gran importancia.
Por su parte Ottón Solís, excandidato presidencial por el Partido Acción Ciudadana (PAC), externó que espera que ningún costarricense escuche lo propuesto por Figueres.
“Sólo en el caso que devolviera los $900.000 que ganó con la asesoría de Alcatel, tal vez escucharía lo que puede decir José María”, manifestó Solís.
