Sucesos
Sábado 16 de junio de 2012, Costa Rica

Tres Ríos de La Unión, Cartago

Asesinado de cuatro balazos

Nicolás Aguilar R.

naguilar@nacion.com

La Unión.- Michael Vinicio Calderón Boza, de 23 años, estaba sentado junto al caño cuando de repente le dispararon en la clavícula izquierda. La bala le salió casi de inmediato por el estómago, pero no lo mató.

Se levantó como impulsado por un resorte para correr desesperado hacia el sur, a un negocio donde acostumbraba comprar pan, leche y confites a sus hijas Amanda y Victoria, de 4 y 2 años.

Eran las 8:30 p.m. del jueves y en ese momento varias personas caminaban despreocupadamente por el centro de Tres Ríos, cantón de La Unión, Cartago.

Mientras corría, al menos seis disparos causaron pánico entre los transeúntes quienes salieron despavoridos.

Todos se pusieron a salvo, menos María Luisa Revilla Malavassi, de 74 años, quien sintió de pronto un pinchazo, algo que la quemaba en el hombro derecho. Ayer fue dada de alta y descansaba en su residencia.

A Calderón, le fue mucho peor, y no vivió para contar lo acontecido esa noche.

Acribillado sin piedad

Según Nils Ching, director regional de la Fuerza Pública, Calderón recibió un segundo balazo en el abdomen, pese a lo cual siguió dando tumbos en un desesperado intento por salvarse.

Los pistoleros que lo seguían; dos jóvenes, le dispararon varias veces, impactándolo en dos ocasiones por la espalda. Murió casi al instante doblado sobre la acera. Huyeron corriendo hacia el norte. Ayer eran buscados por los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Calderón se ganaba la vida haciendo trenzas, al estilo “rasta”, en un local cerca de la casa de su mamá, con quien residía. “Era cariñoso y bueno. Era mi sostén, mi hijo amado, todos lo querían”. dijo entre sollozos su madre”, Leonor Calderón.

Agregó que velaba por la manutención de su compañera sentimental y dos hijas, “a quienes amaba sobre todas las cosas”.

“Un gran padre, eso fue. Viera que especial con todo el mundo. Siempre dispuesto a hacer favores sin pedir nada”, afirmó, llorando, su prima Gina Carvajal.

Aunque reconocieron que Calderón había sido amenazado por varios sujetos, sus familiares dijeron no saber “los detalles de eso”.