Berlín.- El ministro de Asuntos Exteriores alemán, el liberal Guido Westerwelle, se sumó ayer a la oleada de críticas por la sentencia de la Audiencia Provincial de Colonia (oeste del país) que califica la circuncisión en menores por motivos religiosos de “lesión física ilegal y sancionable”.
Según el jefe de la diplomacia alemana, “debe quedar claro que Alemania es un país abierto y tolerante en el que la libertad religiosa está fuertemente consolidada y en el que las tradiciones religiosas como la circuncisión son consideradas una expresión de diversidad religiosa”.
Westerwelle, cuyas declaraciones al diario “Bild” en su edición de hoy fueron adelantadas ayer por esta publicación, señaló asimismo que la resolución judicial ha causado “irritación a nivel internacional”.
También el relator especial de Naciones Unidas sobre la libertad de religión o de creencias, Heiner Bielefeldt, criticó la sentencia por contener “afirmaciones absurdas” y calificó los argumentos del tribunal para prohibir la práctica de la circuncisión en menores de “gran disparate”.
En declaraciones a la emisora Deutschlandradio Kultur, Bielefeldt subrayó que en familias judías y musulmanas, la circuncisión es “una práctica extendida”.
Al mismo tiempo, alertó del peligro de que está práctica quede “relegada a la ilegalidad, que supondría para el bienestar infantil nuevos riesgos y cargas”.
La Asociación Internacional de Aconfesionales y Ateos (IBKA) de Alemania saludó la sentencia de la Audiencia Provincial de Colonia y dijo que “era hora que la circuncisión fuera vista como una intervención sancionable”.
