Un comerciante de apellido Calderón se quedó sin el certificado veterinario para la venta de productos cárnicos luego de que autoridades lo encontraron vendiendo en la calle en Limón.
Ligia Quirós, directora del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), expresó que le decomisaron 220 kilos de embutidos y 35 de carne el fin de semana mientras se hallaba contiguo a un bar.
Carne molida, bandejas de bistec, chorizo, salchichón y otros productos fueron destruidos y depositados en el basurero de la ciudad del Caribe.
Según Quirós, al momento del decomiso, que realizó Senasa en coordinación con la Fuerza Pública, unas 15 personas hacían fila para comprar.
La funcionaria recordó que las ventas callejeras están prohibidas, máxime de este tipo de bienes, que requieren refrigeración.
