Si usted es una de las miles de personas que consumen tabaco en el país deberá tomar en cuenta que dentro de poco podría recibir una multa de ¢36 mil si fuma en un lugar público.
No será posible hacerlo en terminales de buses y trenes, en vehículos de transporte público, cajeros automáticos y sitios de trabajo, por ejemplo.
Esta es una de las medidas incluidas dentro de la Ley General de Control de Tabaco, cuya firma le estampará hoy la presidenta de la República, Laura Chinchilla.
La nueva legislación regirá tres meses después de ser publicada en el diario oficial La Gaceta.
Rita Chaves, diputada del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), dijo que la ley permite sancionar tanto la persona fumadora como a los dueños de establecimientos privados en los que se permita el consumo de tabaco.
Los infractores se harán acreedores a una multa equivalente a un salario base integro; si reinciden, el Ministerio de Salud le retirará el permiso para operar.
Medidas generan molestias
Dueños de bares y restaurantes consideran que las medidas, perjudicarán sus negocios ya que las personas optarán por consumir en sus casas.
Rodrigo Fumero, dueño del Bar Terra U, en San Pedro de Montes de Oca, afirmó que sus clientes le han dicho que preferirán tomar licor en sus hogares para poder fumar.
“También ocasionará incomodidad entre los clientes, cuando se les diga que tienen que salir del local para fumar”, dijo Fumero.
Por su parte Martín Díaz, dueño de Amigos Bar, en Tibás, anticipó que dejará de vender cigarrillos para evitar multas.
