“El invierno se acerca”, esa fue la consigna de la casa Stark durante la primera temporada de la serie que rompió todos los récords de audiencia en el canal HBO el año pasado.
Y es con ese mismo lema con el que iniciará mañana a las 9 p.m. la segunda entrega que junto a la amenaza de un largo invierno promete una cruenta guerra entre las Casas.
“Game of Thrones” regresa mañana en un estreno simultáneo con Estados Unidos y repleta de violencia, sexo, disputas familiares y fascinantes dragones.
Después de las muertes del rey Robert y Ned Stark y el nacimiento de los dragones de Daenerys Targaryen y tras dejar sin aliento a millones de espectadores en todo el mundo, los nuevos capítulos, de los que la agencia Efe vio un adelanto en Londres, ceden el testigo a una generación más joven que decidirá el destino de los habitantes de los Siete Reinos.
Ahora el disputado Trono de Hierro en “King’s Landing” es ocupado por el joven y cruel Joffrey, aconsejado por su conspirativa madre, Cersei.
Robb Stark, hijo de Ned Stark, busca la autonomía del territorio Norte e hizo a Jaime, hermano de Cersei, su prisionero de guerra.
Mientras Daenerys Targaryen intenta fortalecer su debilitado poder en el Este a través de sus tres dragones recién nacidos; Stannis Baratheon, hermano del fallecido rey Robert, quien rechaza la legitimidad de Joffrey y se une a una poderosa sacerdotisa para organizar un ataque naval, según publicó la revista 432magazine.
“La historia se expande de manera increíble, hay muchos personajes nuevos y viajamos a localizaciones completamente diferentes”, explicó David Benidoff, uno de los dos creadores de la serie durante la presentación en Londres de la nueva entrega.
La actriz Emilia Clarke, que interpreta a la sensual Dany, explicó que, tras perder a su esposo, “vuelve más fuerte y poderosa pero sigue sola en su lucha por la supervivencia”.
Otra de las sorpresas de los nuevos 10 capítulos es el joven bastardo Jon Snow, interpretado por el inglés Kit Harrington, que después de abandonar a su familia, encontrará su lugar en los gélidos territorios del norte, unas localizaciones rodadas en Islandia en pleno invierno.
“Fue duro, muy duro rodar a 35 grados bajo cero, tener que manejar la espada con toda esa ropa encima, pero creo que es el sitio más bonito y romántico en que he estado en mi vida”, comentó el actor de 25 años que reconoce estar “encantado” de haberse convertido en un “sex symbol” gracias a la serie.
En esta temporada además de Irlanda del Norte y Malta se sumaron otras locaciones como Croacia e Islandia.
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