Pekín, China/AFP.- Al menos 67 personas murieron y 731 resultaron heridas por un sismo de 5,7 grados y su serie de réplicas que sacudieron ayer una región montañosa del suroeste de China, derribando edificios y obligando a las personas a salir a las calles.
Habitantes de la región describieron cómo la gente corrió fuera de los edificios gritando, cuando los movimientos telúricos se sintieron en la frontera de las provincias de Yunnan y Guizhou.
Imágenes difundidas por la televisión mostraban a cientos de residentes de la ciudad de Yiliang (provincia de Yunnan) reunidos en la calle, y negándose a volver al interior de los edificios.
Pueden verse calles sembradas de ladrillos, tejas y escombros, fachadas agrietadas, importantes bloques de piedra sobre las rutas y nubes de polvo debido a las réplicas.
Las autoridades enviaron centenares de carpas y abrigos y confirmaron el balance de 67 muertos. El gobierno del distrito de Yiliang indicó que 556 personas resultaron heridas.
Trascendió que 100.000 personas quedaron sin techo por la tragedia y que al menos 20.000 viviendas colapsaron o resultaron dañadas. En total, se vieron afectadas 700.000 personas.
El balance de muertos podría aumentar debido a que numerosas localidades están aisladas, indicó China Nueva citando a las autoridades locales.
“El terremoto fue intenso en Yiliang y las tres regiones de Jiaokui, Luozehe y Qiaoshan. Las comunicaciones y los transportes están perturbados”, indicó el gobierno local de Yiliang.
Huang Pugang, responsable del instituto geológico de Yunnan, aseguró que los fallecidos podrían aumentar debido a la importante densidad de población de la zona, que cuenta con 205 habitantes por kilómetro cuadrado.
Además el epicentro de los dos principales sismos fue localizado a pocos kilómetros de la sede del distrito, donde probablemente las viviendas de los barrios pobres no fueron construidas para soportar fuertes temblores.