Vivir con la diabetes no tiene porque asustar a nadie, pues se puede controlar su desarrollo con disciplina y siendo meticulosos.
Una vez diagnosticada, el paciente no debe perder la calma y conocer las señales para poder evitar una crisis, destacó el endocrinólogo Miguel Boza. Es importante que desde el principio mantenga un plan de alimentación que se adapte a sus horarios y a su estilo de vida.
En términos generales deben vigilar el no retrasar los cinco tiempos de comida (desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena) ni olvidar los que necesitan de la insulina el alimentarse 30 minutos después de inyectarse para no descompensarse.
Según la endrocrinóloga Laura Ulate, es necesario que sepan que si hay sudoración excesiva fría, mucha hambre, debilidad están frente a un “bajonazo” de azúcar y en esos casos basta consumir 15 gramos de azúcar, un equivalente a una bolsita de azúcar para endulzar una taza de café, por ejemplo.
Mientras que si hay deshidratación así como abundante y frecuente orina es cuando los niveles están altos y en esos casos lo mejor es consultar con su médico para saber el paso a seguir.
Es necesario hacer que el paciente lleve su propio historial en lo que concierne a la evolución de esa enfermedad. En especial, lo relacionado a lo medicamentos que utiliza para la diabetes como para otras enfermedades, en particular la hipertensión que es uno factor de riesgo , comentó el endocrinólogo Miguel Boza.
En cuanto a la higiene personal tanto pacientes como familiares a su cuido deben estar pendientes de las infecciones cutáneas, especialmente en los pies.
Además de velar porque la piel permanezca hidratada, utilizar zapatos que no le lastimen ni guarden humedad y de ser posible usar medias para diabético.
La actividad física es algo que no deben dejar como caminar, correr o andar en bicicleta al menos tres veces a la semana.
En su mesa
Son permitidas las verduras, hortalizas y entre las carnes el pescado, pavo o pollo. Cocine con aceite de oliva.
Tienen que moderar los alimentos ricos en azúcar y harinas, como son postres, refrescos, pan, dulces y chocolates.
