Nacionales
Domingo 23 de septiembre de 2012, Costa Rica

Cosas de la vida

Una columna con tinta ajena

Ana Coralia Fernández Arias

Periodista

ana.fernandez@aldia.co.cr

El jueves pasado, el Centro Dormitorio para Habitantes de la Calle de San José, auspiciado por la Municipalidad capitalina, cumplió cuatro años.

En medio de los invitados, funcionarios y usuarios, Carlos Reyes Naranjo, uno de los sobrevivientes de la jungla urbana y que lo logró gracias a esta iniciativa, leyó este texto que hoy comparto con ustedes.

Bien por la dignidad, bien por el rayito de esperanza para ellos y para los que están por llegar. Mis palabras sobran esta vez:

“¿De quién fue la idea y tan estupenda de brindar abrigo y alimentación? Ya puedo bañarme, ver televisión, ya me siento otro, yo quiero cambiar.

Haciendo fila para poder entrar, hice los amigos que no olvidaré, cumplí disciplina que me hizo cambiar, mi loca manera que siempre llevé.

Este es un proceso digno de admirar, que rescata vida, dá la sobriedad.

‘Saque ficha blanca’ se oye por ahí. Yo saqué la roja y no entraré hoy. ¡Qué importa la ficha o si entro o no! Lo que realmente cuenta es que cambiando estoy.

Ahora me preocupo de estar bueno y sano, bien vale la pena lo que hacen por mí. Ya no paso fríos, duermo como un niño, y hasta mis flaquezas se han rellenado.

Hay tantos que han hecho esta realidad, los que ven mis ojos y en mi mente están. El anonimato es impresionante... ¡Cuántas cosas buenas lograron en mí!

Muy agradecido Centro Dormitorio, buen organigrama, bueno el personal, todo un plan selecto nacido del cielo y puesto en las mentes que escogió el Señor”.