Nacionales
Domingo 23 de septiembre de 2012, Costa Rica

Opera desde hace 20 años y ha atendido a 500 de estos animales

Refugio limonense acoge a cientos de perezosos

AFP y Jéssica Salazar

redaccion@aldia.co.cr

Limón. - Desde hace ya 20 años, la perezosa Buttercup encontró su hogar ideal.

Sin que nada ni nadie la perturbe, ella duerme acurrucada en una silla colgante que está dentro del Santuario de Perezosos de Costa Rica, ubicado en Limón.

Así como ella, cientos de estos animalitos lastimados son llevados hasta este refugio para recibir un poco de atención y amor.

Los encargados del santuario los alimentan, cuidan, rehabilitan y estudian.

El asilo es un bosque tropical que abarca 130 hectáreas y está en Penshurt, Limón, a 215 kilómetros de San José.

El costarricense Luis Arroyo (Q.d.D.g) y su esposa estadounidense, Judy Avey, fueron quienes crearon el refugio en 1982.

Primer contacto

Buttercup ocupa un lugar especial para los dueños del refugio. Ella fue la primera huésped que tuvo el centro. Su madre fue atropellada.

“Ni zoológicos ni nadie la quería cuidar porque no sabían nada de perezosos. Pero nos enamoró: se subió a mi pecho y se quedó. Es mi consentida”, declaró Avey a la agencia AFP.

Desde entonces, el centro ha atendido a más de 500 perezosos. Algunos de ellos están en los árboles, otros en canastas y unos en incubadoras.

“Les doy de comer desde hace cinco años y sé que todos tienen su forma de ser: a uno no le gusta la zanahoria sino la vainica, y hay otro que se deja bañar sólo conmigo”, cuenta Teresa González, ayudante en el centro.

Atención de calidad

A cada perezoso se le brinda una atención personalizada.

Marcelo Espinosa, veterinario, mencionó que solo mantener a un animal de estos, cuesta unos ¢200 mil al año.

Según Avey, cuando los animales llegan siendo apenas unos bebés se quedan permanentemente en el refugio, debido a que no saben vivir en su hábitat natural. Pero si son adultos, se liberan una vez que estén totalmente recuperados.

“Me duele que la gente no los aprecie. No tienen pereza, sino que son lentos. Podemos aprender de su calma, a mantener la serenidad, como ellos, en este mundo de estrés”, dijo.

Los pobladores los conocen como “Kúkulas”. No entienden por qué no corren y no brincan como otros mamíferos. El perezoso de América Central no es un oso, sino un pariente de los armadillos y hormigueros.

Los 140 inquilinos que hoy habitan en Sloth Sactuary, ubicado en Penshurt, un kilómetro al norte del puente Río la Estrella, tienen una historia en común: fueron atacados por seres humanos, perros o depredadores, quedaron huérfanos a los pocos meses de nacidos o, en un intento por cruzar el cada vez menos espeso bosque, terminaron electrocutados en el tendido eléctrico.

Avey confiesa que la ternura de los perezosos la enamoró.

Ellos transmiten la paz y ternura en cada una de las 96 hectáreas de bosque primario y secundario que componen el refugio.

“Los perezosos nos escogieron a nosotros. Vivíamos en Alaska, hace más de 40 años en la década de los 70. Cuando vine por primera vez a Costa Rica, me enamoré de su belleza natural”, afirmó.

Un año después del terremoto de 1991, inició su compromiso con los perezosos, cuando dos niñas vecinas recogieron uno, muy herido, a la vera del camino.

Colaboró Katherine Chaves

Minientrevista a Judy Avey, fundadora

Viven en un santuario de amor

Por Jéssica Salazar

- ¿Qué especies hay en el país?

Bradypus – los de rostro achinado–, un poco más dóciles, y los Choloepus –los de cara clara– no son animales agresivos, se camuflan y pasan en las copas de los árboles para evitar a depredadores

- ¿Cómo les ayuda el turismo?

Hicimos un programa de adopción con los visitantes. Ellos adoptan a uno de los perezosos, le damos una ficha con la historia, información sobre la especie, fotografía y el certificado de adopción, por una contribución de $100.

- ¿Al hallar un perezoso herido, qué se debe hacer?

Si es un bebé, ponerle un oso de peluche, ellos pasan casi un año agarrados a su mamá, entonces esto les dará seguridad. Luego ponerle un paño para darle calor y contactar al Minaet, o directamente a nosotros al 2750-0775

- ¿Qué horario tienen ?

Abrimos de martes a domingos de 8 a.m. a 2 p.m. Se puede reservar escribiendo al correo slothhugger@gmail.com. El tour dura dos horas e inicia con un video educativo y luego el recorrido por las diferentes áreas, así como un recorrido en bote.