Paulo Rodríguez C., colaborador
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Fulminados y acabados por un puma que ni siquiera sacó sus garras, así quedó el cuadro del Barrio México.

El excelente rendimiento que traía el equipo “Canela”, que como un rayo destruía a sus rivales, fue alcanzado por el desorden que vive la dirigencia del Fútbol Nacional.

El puma caribeño se encontraba al acecho de su presa, dispuesto a atacarla, pero el rayo mexicanista no logró solucionar sus problemas y cargar sus baterías lo suficiente en la mesa de las negociaciones.

Fiel a su característica, estos felinos guapileños van de manera sigilosa ganando los puntos sin necesidad de utilizar la fuerza. La mesa de las directivas y una mala administración han sido sus mejores aliados. Aunque le gusta comer ciervos, no les importa devorar a un robot que poco a poco va perdiendo sus piezas.

Las ansias por mantenerse en la máxima fiesta del balompié tico se esfumaron y el Santos celebra su clasificación a las semifinales del campeonato.

“Hoy nos presentaremos para que le den los puntos al Santos, hicimos lo posible, pero por motivos externos se nos imposibilita jugar”, expresó Dixie Segura, gerente mexicanista.

El técnico de estos feroces felinos, Henry Duarte, aseguró que haya o no partido, sus pupilos se sienten en condiciones de devorar a cualquier presa.

“Los muchachos necesitan jugar, pero con trabajo saldremos adelante”.