Desamparados. - Las hijas y el esposo de Lilliam María Arias Prendas, paciente que falleció el martes tras ser inyectada en un brazo por una auxiliar de enfermería, aseguraron ayer, entre lágrimas, que su mamá luchó por evitar ser inyectada, pero que estaba muy débil para evitarlo, según el relato de una mujer que permanecía frente a ella.
Minutos antes de las 11 a.m. del martes, Julia Vargas, hija de Lilliam, recibió una llamada de la sospechosa, quien ya estaba en el hospital San Juan de Dios, vestida de enfermera y portando su carné de auxiliar que estaba vencido.
“Cuando Barrantes llegó al salón donde estaba mami volvió a entrar otra llamada y dijo: No puedo entrar todavía porque la están aseando, ahorita la llamo”.
“Ella me la puso al teléfono y mi mamá con mucha fuerza gritó mi nombre; fue un Julia que le salió del alma, como pidiendo rescáteme o me están haciendo algo. Le escuché un grito y que no. Sólo le pude decir, mami no qué?”.
“Cuatro minutos después volvió a llamar al celular de mi papá y dijo que acababa de morir Lilliam. Agarré el teléfono y le pregunté qué había pasado y la mujer dijo que había muerto de un infarto, que lleváramos el vestido para sacarla y que ella nos ayudaría a agilizar los trámites para sacarla del hospital”, recordó Julia.
Su otra hija Joselyn, dijo que se fueron al hospital con la idea de que de ese centro habían llamado para corroborar el deceso, pero al llegar se toparon con que el OIJ les preguntó que quién era Barrantes, momento en que sospecharon que habían atentado contra la vida de su madre.
“Estamos muy indignados con los del hospital, la seguridad, el personal, ¿dónde estaban?
Para la familia fue desesperante el hecho de saber que Lilliam estaba muerta y que no podían subir debido a que Barrantes se había hecho pasar como familia.
Descartan que le pidiera ayuda
Lo que la familia sí tiene claro es que la sospechosa, de 63 años, sí planeó acabar con la vida de Arias, ya que consideran planificó la muerte con antelación.
“Ella (auxiliar) salió de acá vestida de enfermera y le pidió a un vecino que la llevara. Tenemos sentimientos encontrados, dolor, rencor. Era nuestra mamá, la persona que nos trajo al mundo.
“Ella nunca iba a pedir que atentaran contra su vida porque tenía respeto y amor hacia Dios. Aún con sus dolores nos decía que le habláramos de Dios. Confiamos en que el Señor la tiene ahora libre de toda enfermedad, inyecciones, medicamentos y tratamientos”, afirmó Joselyn.
Simplemente era una vecina
Pese a que ambas mujeres tenían 34 años de habitar en la misma urbanización, sus allegados aseguraron que la auxiliar de enfermería nunca le aplicó algún medicamento, ya que para eso la familia había sido capacitada.
“Nos capacitó Nefrología del San Juan de Dios, sabíamos cómo realizarle diálisis peritoniales en la casa. Ellas no eran amigas como algunas personas han dicho. Ella estaba en su mundo y nosotros aparte, aunque compartíamos la misma tapia del patio”, aseguró con voz fuerte Joselyn.
Paciente forcejeó con sospechosa
Los familiares de la paciente fallecida externaron públicamente la ayuda de la paciente que alertó sobre el hecho, lo que minutos después culminó con el arresto de la sospechosa cuando regresaba de un baño cercano.
“A esa mujer sólo le pude decir mil gracias; que Dios la colme de bendiciones. Gracias a su acción la muerte de mi mamá no va a quedar en vano”, afirmó Julia.
“La muchacha dijo que mi mamá forcejeó para que no la inyectara. Jaló el brazo izquierdo de mamá, quien estaba muy débil. Cuando fuimos a vestir a mamá no teníamos ni idea de dónde la habían inyectado, pero en ese momento nos dimos cuenta que el brazo izquierdo como que se le caía. El mismo cuerpo nos dijo que era aquí”, recordó Joselyn.
Como en otras ocasiones, sus hijas tenían la fe de que su madre saliera bien librada del hospital, pero el desenlace fue trágico.
Visitó a otra paciente que murió
El 12 de julio anterior, durante uno de los internamientos que tuvo Arias, sus familiares se enteraron de que la sospechosa había visitado a una vecina del barrio, quien de forma misteriosa también había muerto.
Aunque prefirieron reservarse la identidad de la mujer por respeto, sí confirmaron por medio de los dolientes que Barrantes la había visitado en el centro médico.
“Los familiares de la señora le dijeron que se alejara y que los dejara, que no se metiera más. No sabemos si hay más vecinos a los que la mujer visitara”, comentaron los familiares de Arias.
Aunque anteayer en el Hospital San Juan de Dios aseguraron que la hoy fallecida había autorizado a Barrantes para que la visitara, su familia aseguró que en ese centro nunca levantaron un listado de los visitantes.
La audiencia para conocer las medidas cautelares contra Barrantes será hoy a las 8 a.m. en el Juzgado Penal de San José, luego de que la Defensa Pública solicitó 36 horas para presentar diversa prueba del caso. La Fiscalía la acusa de homicidio calificado.
