Vecina de Alajuelita, de 29 años, Andrea Gómez Castillo recuperó la expresión normal de su rostro y la vanidad que caracteriza a las muchachas de su edad.
Quien la observa o habla con ella jamás imagina que una deformación congénita hizo que su mandíbula creciera más de lo normal.
Antes de llegar a las operaciones hubo un tratamiento fuerte de ortodoncia para el alineamiento de la dentadura.
“Yo no lograba cerrar mi boca por completo. No podía masticar bien los alimentos, tenía problemas respiratorios y no me sentía bien con mi apariencia”.
No fue fácil obtener la imagen actual. Tardó siete años para llegar a su primera operación y tres más de someterse a cirugías, ejercicios y terapia para corregir su problema.
“El proceso de recuperación fue muy duro. Me amarraron los dientes con ligas y con férulas. Tenía que alimentarme por medio de pajilla con alimentos líquidos. El proceso inflamatorio duró mes y medio porque soy alérgica a los antiinflamatorios.
“Fue volver a aprender a hablar, a masticar y respirar”, dijo.
Actualmente está a punto de obtener su licenciatura en Terapia Física de la Universidad Santa Paula.
Hay más de 300 en proceso
Rodolfo Gamboa, médico jefe de cirugía maxilofacial del San Juan de Dios, dijo que en estos momentos hay 300 personas en fase de ortodoncia, previo a la cirugía. El proceso dura tres años.
Costa Rica es, de acuerdo con datos de la CCSS, líder –en América Latina – en este tipo de operaciones. Desde 1999 se han efectuado 4.109 cirugías.
Cada año se operan, en promedio, 170 personas.
