Por tercer año consecutivo

Avenidazo y chiqui chiqui

Miles bailaron ayer en San José con música de los ochenta durante el cierre de la avenida

La fiesta se apoderó anoche de San José, cuando se inauguró, en medio de apretujones, confeti, música, gritos y risas, el popular "avenidazo" de fin de año.

A las seis de la tarde se armó el alboroto al ritmo de la música de la orquesta Chiqui Chiqui, la cual puso a bailar al público que se reunió frente a la tarima, en la esquina de la antigua Monumental.

Al ritmo de conocidos temas como "El Güiri güiri", A" comer mamey" y "¿De quién chon?", los ánimos se encendieron.

Los que más disfrutaron fueron los niños, cuyos rostros brillaban con cada puño de papelitos que arrojaban sus pequeñas manos.

"Me gustan mucho las guerras de confeti con la gente. Vine con mi tía y nos vamos a quedar hasta que ella diga", manifestó Daniel Sandoval, de 13 años y vecino de la cuidadela León XIII.

En una esquina, estaban Juan Pablo Fernández y su esposa Rocío Chávez, quienes cuidaban a su hijo Jeremy, de tres años, y a su prima Génesis.

"Todo está tranquilo, pero prometieron que iban a regalar el confeti y lo están vendiendo", dijo Fernández algo disgustado.

Y es que para algunos el "avenidazo" es un negocio, como explicó el joven Allan Benavides Araya, que vendía las bolsas de confeti a ¢100 cada una, y calculó que se podría ganar unos ¢10 mil.

Miles se hicieron presentes al tradicional festejo que resucitó la Municipalidad de San José hace tres años y que resultó un éxito.

Anoche la gente solo quería disfrutar, muchos bailaron aún sin conocerse, tal como lo hicieron Lorena Quirós, de Puntarenas, quien al ver cómo se movía Víctor Sáenz Ureña, de Santa María de Dota, no dudó en poner su cuerpo en movimiento al escuchar la música.