Había disparado a quemarropa contra un policía

Salió a empeñar un televisor y de una vez lo capturaron

Estaba escondido desde el 14 de noviembre y salió para ir a una compra y venta

Salir a empeñar un televisor le costó la libertad a un hombre que estaba prófugo desde el 14 de noviembre, cuando le habría disparado a quemarropa a un policía.

La búsqueda terminó antenoche cuando el sujeto, de apellido Masís y de 35 años, abandonó el escondite donde estaba y fue arrestado por la Policía Metropolitana frente a una compra y venta en San Sebastián. Iba en la parte trasera de un "taxi pirata" junto a una mujer que se bajó con el tele. Habían tomado el vehículo en Concepción de Alajuelita, donde el hombre se escondía y era vigilado por las autoridades.

Aquel 14 de noviembre, a las 4:30 a.m., en las afueras de la Lonchería Moderna, en San José, el detenido le disparó al policía Rogelio Vargas cuando éste le pidió identificarse.

Habría reaccionado así porque sospechaba que si consultaba el número de su cédula se iba a dar cuenta de que tenía una orden de captura, dijo Eduardo Guzmán, de la Policía Metropolitana. Además, parece que Masís acababa de consumir "Éxtasis" y estaba sobreexcitado.

La identidad del sospechoso, con antecedentes por robo agravado, agresión con arma y evasión de un centro penal, fue conocida pocas horas después del ataque, cuando la policía identificó a la mujer que lo acompañaba esa madrugada: una menor de 17 años.

Se fue por los techos

Cuatro días más tarde allanaron la casa donde estaba escondido, en Concepción Abajo de Alajuelita, pero, por un problema de sincronía, escapó por los techos para refugiarse en la casa de unos amigos, a solo 500 metros.

Después se trasladó a Los Guido, en Desamparados, y regresó a Alajuelita, donde lo escondieron en varias casas. "Antenoche, desesperado por la falta de dinero, salió a recoger un televisor a la casa donde vivió José Luis Monge Sandí (Tres Pelos) para empeñarlo. La idea era reunir dinero para alquilar una casa fuera de la zona para esconderse y volver al trabajo, pues le urge curarse una grave herida en la cabeza y porque quiere casarse. A Masís le dictaron dos meses de prisión preventiva.

Herido y cansado

Una profunda herida que sufrió el viernes 18 de noviembre, cuando se allanó una casa en Concepción Abajo de Alajuelita porque se le buscaba y y que aún no ha sido curada adecuadamente, habría debilitado las intenciones de Masís por continuar en fuga, dijo ayer Eduardo Guzmán de la Policía Metropolitana.

Aquel día, en la huida por los techos se le hundió una lámina de zinc y un pico le rebanó parte del cuero cabelludo. Ante la imposibilidad de acudir a un hospital público, fue a un médico privado. Inicialmente le pidieron ¢100 mil por atenderlo pero el médico, al percatarse de quién era, optó por no atenderlo. Al momento de la captura tenía dos días de no bañarse y lucía muy cansado porque durante la última semana apenas había dormido únicamente una hora y media como promedio.