Víctima de Tibás con quemaduras en cara, pecho y brazos

Quema mujer con ácido

Hombre se hizo pasar por empleado de floristería para lograrlo

El miércoles por la noche Mayra Barrantes Bonilla, de 33 años, salió al portón principal de los condominios donde vive, en Tibás porque un hombre la buscaba para entregarle un arreglo de floral pero en lugar de éso recibió un poco de ácido en la cara.

El ataque obligó a llevarla al Hospital México, donde permanece pues el líquido le provocó quemaduras en la cara, el pecho, las manos y los brazos. Juan Carlos Pérez, su esposo, contó ayer que ella tiene piel sensible.

El hombre llegó a la vivienda de la pareja mientras ésta cenaba y preguntó por Barrantes. Aunque no iba en moto llevaba un casco, que luego dejó botado.

El marido salió a ver de quién se trataba pues le pareció extraño que alguien le enviara flores a la esposa. Aún así la llamó para que ella viera de quién provenían.

Lo tiró y huyó

Según Pérez, el sujeto le repetía que si no firmaba el comprobante de entrega no le pagarían el servicio. Cuando la mujer llegó al portón, el sujeto le preguntó si ella era Mayra. Tras la respuesta afirmativa le lanzó el ácido a la cara. El esposo asegura que la agresión ocurrió de forma muy rápida, lo cual deja ver que el atacante iba con el objetivo claro. La mujer fue trasladada al centro médico por una ambulancia de León XIII.

"No hemos tenido discusiones ni problemas con nadie. No sé quién pudo hacernos semejante daño a mi esposa y a nuestros hijos. Alguien nos sigue".

El doctor que atendió a su esposa le dijo que será necesario hacerle análisis para saber el tipo de reacción que le causó el ácido.

Pérez afirmó ayer que varios vecinos le contaron que el mismo hombre que atacó a Mayra estuvo días atrás, en ese mismo condominio, preguntado si había casas disponibles para alquilar.

El sospechoso de la agresión tiene aproximadamente 30 años, andaba un arete en la oreja izquierda y era de contextura normal. Escapó en un vehículo verde que lo esperaba a unos 50 metros de la entrada de los condominios.

La víctima trabaja como asistente de ingreso en un reconocido hotel y en un almacén.