70 industrias son vigiladas por Salud y Municipalidad josefina

350 mil josefinos en peligro por respirar a diario azufre

Fábricas lanzan toneladas de partículas que perjudican a los habitantes cercanos

Ernesto Chaves, de 63 años, vecino de La Uruca, padece de una tos constante y los ojos le permanecen irritados.

"Hay días en que hasta me cuesta respirar", dice fuera de su casa, donde las emisiones de empresas de enderezado y pintura afectan la salud de esa población.

Y es que Chaves es uno de los 350 mil josefinos en riesgo por la actividad de 70 industrias que contaminan el ambiente, sobre todo, con la emisión de azufre.

Un estudio de la Oficina del Ambiente, de la Municipalidad de San José, ha detectado que esas empresas no han dejado de contaminar, pese a que, desde el 2000, se les ha advertido que su actividad es perjudicial para las personas.

Según ese informe, el azufre produce dificultad al respirar, tos crónica y secreción de las mucosas y, en casos extremos, hasta podría provocar asfixia.

La directora de esa oficina, Delia Guevara, aseguró que, aunque las industrias han bajado sus niveles de contaminación, éstos siguen siendo preocupantes.

Por esa razón, la Municipalidad de San José, junto con el Ministerio de Salud, efectúa visitas a las empresas para medir las emisiones de las calderas.

Zonas de riesgo

El ingeniero municipal José Federico Montero señaló que, en la investigación más reciente hecha entre el 2002 y el 2003, en el sector de La Uruca se detectó que 18 empresas lanzaron en un año 658.566 toneladas de partículas contaminantes.

La mayor cantidad era de azufre y, durante todo el año, se expulsaron 482.391 toneladas de esa sustancia al aire josefino.

En este momento, terminan de analizar los datos del 2004-2005 y, por eso, las cifras no fueron suministradas por Montero.

Además de La Uruca, el distrito Hospital y Pavas son los puntos que más preocupan a las autoridades municipales.

La investigación anterior señalaba que la mayor cantidad de partículas expulsadas al aire era de azufre, una sustancia que provenía de calderas, fundiciones y hornos.

Según Montero, esto se debe a que el combustible, utilizado para poner a funcionar las calderas de las empresas, no es de calidad.

El experto afirmó que el 90 por ciento de las empresas analizadas lanzaron azufre.

Gonzalo Alpízar, químico de Control de Calidad de Recope, negó esa aseveración diciendo que el combustible que compra el país, cumple con los parámetros permitidos.

Según Guevara, ellos se abocaron a inspeccionar las empresas, pues es obligación del municipio velar por el aire limpio.

"La situación ha mejorado mucho por la vigilancia que mantiene la municipalidad, junto con el Ministerio de Salud".

Ayer, la ministra de Salud, María del Rocío Sáenz, afirmó que al Gobierno le preocupan los niveles de contaminación y, por eso, en coordinación con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), efectuaron un estudio en 19 cantones del país para analizar el costo de las patologías ocasionadas por la contaminación

Los problemas de salud por ese motivo le costaron al Estado ¢92 millones en el 2001 y, para el 2005, esta cifra alcanzaría alrededor de ¢133 millones.

Puntos blancos en los carros

En los carros que revisa a diario el mecánico Germán Naranjo, vecino de Pavas, comenzaron a aparecer varios puntos blancos sobre la pintura.

"Uno tocaba los carros y se sentía como carrasposo. Es más: se veían varios puntos blancos sobre la pintura, y eso pasaba cuando los vehículos estaban varios días sin moverse", comentó Naranjo.

Otros vecinos de esa localidad dijeron que los carros que dejaban en sus cocheras, aparecían con pintas blancas, y pensaron que eso provenía de algunas de las empresas cercanas, pero nunca supieron de cuál.

María Luisa Coto, quien vivía hace algunos años en Pavas, señaló que "la cantidad de puntitos blancos" era un problema para ellos, pero agregó que nunca tuvieron problemas de salud, ni ella ni su familia.

"Sería mentirle, si le digo que sentíamos algún olor o si en algún momento tuvimos problemas respiratorios. Pero sí era molesto ver la pintura blanca en los carros", añadió Coto.

Según los vecinos, el mayor problema que tienen es el exceso de ruido, y no las empresas que llegaron antes que ellos.