Mountain Bike

150 kilómetros para valientes

Competidores tuvieron que luchar duro en el desafío de los "Ríos Tropicales"

Ni los fuertes ascensos, ni las altas temperaturas, el barro, los riachuelos, el polvo o cuanto obstáculo se les pusiera en el camino, detuvieron el paso de los hombres de acero, que enfrentaron el Desafio Ríos Tropicales, en Siquirres.

Dividida en dos etapas - 90 km el sábado y 60 km ayer -, una veintena de competidores, entre quienes destacaron dos mujeres, lucharon ante la montaña hasta terminar exhaustos.

Varios la compararon con La Ruta de los Conquistadores, no solo por la topografía del terreno, sino por el nivel de exigencia de la carrera. Algunos competidores no pudieron terminar, porque las fuerzas no les dio, por problemas con la bicicleta o por accidentes, como ocurrió con Mónica Rosenwgaic, retirada cerca de la meta tras sufrir una caída.

Mejor suerte tuvo Federico Salas, uno de los que terminaron. Él calificó la prueba de muy ruda.

"Demasiado fuerte, no la esperaba así. Esto es para profesionales, no para cualquiera", confesó el poaseño, de 27 años.

William Valverde, de 31 años, reconoció que fue una competencia desgastante.

"La verdad es que las piernas están muy cargadas de ácido láctico por el terreno. Son muchos kilómetros y ascensos en pocas horas", dijo William.

Esfuerzo en la zona de Siquirres Rebeca Marín, al igual que Benedicto Murillo, sobresalió por su esfuerzo. Ella fue la única mujer que finalizó. José Rivera José RIVERA /Al Día Ejemplar Benedicto Murillo, un joven discapacitado, realizó una gran labor el viernes. Ayer tuvo descanso y fue un espectador más. José Rivera /Al Día Retirada Mónica Rosenwgaic fue atendida por la ambulancia, por una caída. La joven no pudo concluir la carrera. Era una de las dos mujeres en la prueba. José RIVERA /Al Día Premios Se repartieron $700 en efectivo, más hospedajes en el hotel Mahuamba Lodge y Trogón Lodge en Tortuguero. Más artículos de los patrocinadores.

Quien quiere, puede

Quién iba a pensar que el Desafío Ríos Tropicales sería un objetivo para Benedicto Murillo, del cantón alajuelense de Poás.

El muchacho posee discapacidad física y retardo mental moderado, pero aún así, se montó a la bicicleta y pedaleó con todo en la etapa del sábado. Su esfuerzo demuestra que el que quiere puede.

La bicicleta forma parte de la terapia de Murillo para salir adelante, pero la exigencia del Desafío fue una iniciativa de joven, apoyada por su entrenador Federico Salas.

"Me fue muy bien, pero es demasiado dura. Lo volvería a hacer, he estado entrenando dos años", expresó el joven, quien tiene 16 años.

Murillo posee varios problemas en las caderas, ha tenido parálisis y enfrentó muchas operaciones en su cuerpo.

"El ciclismo es parte de la terapia. Si no está en la bici se le atrofian los músculos, porque no son flexibles", dijo su entrenador.

Lo cierto del caso es que el poaseño demostró que con un poco de disposición, entrenamiento y mucha disciplina todo es posible.