Pido la palabra

Hora pico

La diferencia entre conducir en las calles de la ciudad y hacerlo en los pasillos de un supermercado es poca: en los segundos no hay huecos ni smog .

En lo que se refiere a un grupo de personas manejando un carrito, sin la certeza de que están capacitadas para hacerlo y de que tienen la idea geocéntrica de que el universo gira a su alrededor, estamos parejos.

Es alucinante ver cómo se conjugan aquí los diferentes perfiles de estos conductores temporales en el micromundo del súper.

El "precisao": típico comprador entre las 7 y las 10 de la noche, que no se detiene en promociones. Hace compras con ropa de oficina. "A lo que vinimos" es su lema. Éste es quien se desespera al encontrase con...

El indolente: dícese del señor o la señora con niño, que lleva su propio carrito de compras y, majándole los callos a la persona con la que se tope, hace carreras por todo el pasillo. El movimiento de éstos por la góndola es muy lento. Comparan precios, comentan cuánto queda en casa, se detienen delante de la caja de cereal que íbamos a tomar, y transitan por el centro impidiendo el paso por la derecha o por la izquierda.

El "terapiao": hace de las compras su terapia de grupo. En la fila de la carnicería se detiene a pedir medios y cuartos "kilitos" de cuantas partes tenga una res, pescado o pollo. Cuanto más duren, más felices serán.

Está visto: una licencia para manejar estos carritos, impulsados por el hambre y la necesidad de consumo, se hace urgente y necesaria.