Costa Rica y Nicaragua buscan limar asperezas
(dpa) - El canciller de Nicaragua, Norman Caldera, se encuentra hoy en Costa Rica, en una visita que inició ayer y durante la cual ambos países buscarán activar una agenda binacional, a fin de facilitar la solución a problemas comunes.
Caldera se entrevistará el miércoles con su similar costarricense Bruno Stagno, quien le planteará el interés de San José de dar un nuevo impulso a esa agenda, vigente desde 1997.
El cronograma de la visita de Caldera en Costa Rica incluye la inauguración de tres nuevos consulados, ubicados en la ciudad de Limón, en el Caribe, Puerto Viejo de Sarapiqui, en el norte, y Ciudad Quesada, en la misma zona.
El rector de la diplomacia nicaragense visitará la Asamblea Legislativa de Costa Rica, que hace pocos meses aprobó una dura ley migratoria, y se reunirá con empresarios de Nicaragua radicados en Costa Rica.
La agenda binacional se estableció en mayo de 1997 y contemplaba reuniones anuales bilaterales al más alto nivel para abordar problemas migratorios y la búsqueda de respaldo para el desarrollo socioeconómico de las comunidades fronterizas.
Pero el empuje inicial se estancó con el paso del tiempo y los conflictos sobre el limítrofe Río San Juan. Actualmente, Costa Rica mantiene en la Corte Internacional de la Haya una demanda para reclamar el derecho a la libre navegación en la vía acuática, que según argumenta, le confiere el tratado Cañas-Jerez, de 1858.
La semana pasada, Managua acusó a Costa Rica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la presunta retardación en la aplicación de justicia y discriminación contra los inmigrantes nicaragenses.
Para justificar tal demanda, Managua se basó en el caso de un nicaragense, Natividad Canda, quien murió destrozado en Cartago, al este de la capital, por dos perros guardianes en noviembre de 2005 cuando penetró a una propiedad privada. También presentó el caso de otro nicaragense que murió poco después durante un incidente con costarricenses tras estallar una discusión en un bar. El hecho ocurrió en un poblado ubicado al oeste de San José.
Stagno ha admitido que en los últimos años se produjeron encuentros, al amparo de la agenda binacional, pero "desarticulados", y coincidió en la urgencia de fortalecer el mecanismo de diálogo.
Ambos países han estado de acuerdo en "desanjuanizar" el conflicto sobre el río San Juan. En ese contexto, se habían planteado un plazo de tres años, que expiró en octubre, para buscar una salida negociada. Al no lograrse lo anterior, Costa Rica llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia.
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