Solidaridad en "Festival con Dios"

Rincón Grande entre peluqueros y algodones

Kimberly Arauz tenía "mucho tiempo" de no probar un algodón de azúcar y, por eso, ayer se devoró uno "de color rosado".

Quería otro y uno más para llevárselo a su casa, pero los organizadores de una masiva donación de ropa, alimentos y atención médica para los vecinos de Rincón Grande de Pavas le respondieron a la pequeña, con una sonrisa, que era uno por niño.

Mientras Kimberly se comía su algodón de azúcar, a Gerardo Valverde, un indigente de la localidad, le cortaban el pelo y la barba, y le probaban ropa usada que acababan de regalársela.

Al igual que ellos, miles de vecinos de Rincón Grande de Pavas recibieron donaciones en ropa, comida y atención médica, gracias a la actividad denominada "Festival con Dios" que organizaron cientos de iglesias evangélicas de todo el país.

Entre las donaciones que se hicieron había quinientos desayunos, tres mil almuerzos y más de mil perros calientes para los más pequeños.

La actividad se desarrolló en la escuela de Rincón Grande de Pavas y en el polideportivo. Ambos lugares estuvieron siempre repletos de personas y, sobre todo, de niños que corrían detrás de una cimarrona y los payasos.

Héisel Araya, quien llegó a visitar a su mamá, agradeció el gesto de las iglesias evangélicas.

Por su parte, Carlos Oviedo pidió combatir más la drogadicción, "pues eso está perjudicando a nuestros niños. Este tipo de actividades nos ayuda mucho como comunidad".

Mauricio Solís, organizador del evento, aseguró que, "si bien no podemos resolverles todos los problemas a las personas necesitadas de esta comunidad, les damos, al menos, un buen día".

Y por supuesto que tuvieron un buen día: fueron atendidos por médicos generales y odontólogos, llevaron estilistas para que les cortaran y embellecieran el cabello, y no faltó quien deseaba hasta pintarse las uñas.