Muni Figueres la heredera del Caudillo

El país tiene todo para modernizarse

Para la hija de Don Pepe, no debemos asustarnos cuando se habla de apertura de monopolios y del TLC

Los pocos días que Muni Figueres pasa en Costa Rica se refugia en su casa en el Alto de las Palomas, un condominio con una hermosa vista de Santa Ana.

Ahí, la heredera de Don Pepe, politóloga de profesión, exministra de Comercio Exterior en la primera administración Arias y exdirectora de relaciones externas del Banco Interamericano de Desarrollo, pasa revista a la realidad nacional: qué estamos haciendo bien, en qué fallamos y cuál debe ser el modelo a seguir.

Costa Rica tiene que modernizarse.

El país se está modernizando, lo que pasa es que se está produciendo disparejamente, hay áreas de punta en que está muy avanzado, como el turismo, el sector de la tecnología, la agroindustria y ensamblaje farmacéutico. Nos falta asegurar que el ecoturismo se convierta no solo en un instrumento de atracción de capital, sino también en desarrollo para las regiones donde llegan turistas.

¿Cómo asegurar que la inversión llegue a la mayor cantidad de personas?

Si invertimos muy fuertemente en educación e infraestructura, de tal forma que las empresas internacionales que quieren mano de obra calificada y facilidad de movimiento de sus productos tengan las dos cosas.

Pero eso exige un país más ágil. ¿Deben abrirse los monopolios?

Bajo ciertas condiciones. Si se abre el ICE o el INS a la competencia internacional, debemos facultar a esas instituciones para competir en el mercado. Pero si se abren ahora sin tomar ninguna medida, las están sujetando. No es una apertura incondicional. En ese caso tienen razón los que se oponen, ¿para qué desvestir una institución tan valiosa como lo es el ICE sin darle las armas para competir?

Si se sabe lo que hay que hacer, ¿por qué no actuamos?

Creo que está claro que Costa Rica tiene los elementos para un desarrollo beneficioso para los costarricenses, pero necesita una mejor gerencia o mayor capacidad de gestión. Tenemos las instituciones necesarias, pero tienen que ser manejadas con eficiencia. Y aplicar las leyes.

Pero esos gerentes salen de los partidos políticos.

Hay todavía en el sistema costarricense más clientelismo político de lo que debería y en las instituciones públicas una falta de prácticas de trabajo que se apeguen a la realidad competitiva.

La ratificación del TLC está pendiente. ¿Debe pasarse?

Sí, pero primero quiero decir que no se pudo, en mi opinión, haber negociado un mejor TLC. Costa Rica tuvo un equipo negociador excelente. Pero cuando usted negocia un tratado comercial, también está conviniendo un reacomodo en el modelo de desarrollo. Tal vez la nuestra tuvo este defecto, que la secuencia de las medidas no ha sido simultánea. Un gobierno no debe abrir una economía sin velar por las consecuencias internas.

Esto se veía venir hace diez años, ¿está el gobierno de Arias tomando las medidas?

Lo único que sé y que he visto a pantallazo, es que el compromiso es a largo plazo. Se elevó al ocho por ciento el presupuesto para educación; ese es un acto de responsabilidad histórica. Las políticas macroeconómicas que se están siguiendo, el buen manejo de la CCSS y el desarrollo del turismo en sí, están bien. El mayor reto es el TLC. No debemos preguntarnos su ratificación, sino qué legislación lo acompañará.

Para lograr el desarrollo, ¿seguimos modelos externos?

Costa Rica tiene la oportunidad no de copiar modelos sino de convertirse en modelo. Lo hicimos una vez, ¿por qué no podemos hacerlo de nuevo? Ahora que nos está ingresando tantísimo dinero. Si no tomamos ese recurso para aterrizarlo en un desarrollo a largo plazo, no merecemos los honores que nos hacen.

¿Por qué José María (Figueres) no vuelve al país?

Siente que ha sido prejuzgado por asociación (con los otros expresidentes), su situación es distinta, él va a venir cuando las condiciones estén dadas.