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 Nacionales Martes 12 de septiembre, 2006, San José, Costa Rica.
 

Caso de homicidio de asistente judicial

Llamada de jueza delató asesinato de Maureen

Testigos narran que Burgos les contó que la agarró por el cuello y la estranguló/ Según juez, el acusado es una persona violenta/ El móvil del crimen habrían sido los celos

Mónica Gómez Robleto
Erick Carvajal M.


San José. - La llamada telefónica de una jueza al fiscal general, Francisco Dall’Anese, le cambió el rumbo al asesinato de la asistente judicial, Maureen Hidalgo Mora, cuyo cuerpo fue encontrado, el 16 de julio pasado, en un barranco en las Vueltas de Macho Chingo en Atenas, Alajuela.

Esa llamada consta en la resolución de la prisión preventiva de Burgos, dictada por el juez José Barletta del Tribunal de Alajuela, y lo señala como el principal sospechoso de matar a su esposa .

“...Él, me contó que Luis Fernando le había dicho, que había matado a Maureen el martes a eso de las ocho de la noche...”, dijo la jueza en su declaración.

... Mire... qué haría usted, si su esposa le pone los cuernos, yo he contratado investigadores privados...”.

Declaración de testigo.

... Lo que sí necesito es que me ayudes a alzarla porque yo no me la aguanto...”.

Declaración de testigo.

... Él había tomado medidas para que no se descubriera nada, que del O.I.J. no pasaba...”.

Declaración de testigo.

... Había usado guantes, que iba a simular un robo, además había hecho una llamada telefónica a la casa de la suegra...”.

Declaración de testigo.

... Estaba muy molesto porque ninguna de las personas a las que había pedido ayuda habían querido ayudarlo...”.

Declaración de testigo.

... El móvil más fuerte, hasta el momento, nos señala un asunto de celos por parte de Burgos...”.

Investigación policial.

Lo que Burgos en un principio iba a denunciar como una desaparición, a petición del propio Francisco Dall’Anese, ya alertado por la llamada confidencial, se convirtió en una investigación por homicidio.

“...Y es que ni mas ni menos que el Fiscal General de la República conversó con el jefe de la sección de homicidios del OIJ de San José, y le hizo ver que había recibido una llamada anónima (durante el transcurso de la investigación se logró determinar que la misma fue hecha por la juez...), en donde se le hizo ver que el imputado de la presente causa asesinó a su mujer, dando la casualidad que en ese momento que Dall´ Anese relataba tal situación, el propio Burgos se presentó ante las oficinas del OIJ a denunciar la desaparición de su esposa...”.

“La estrangulé”

Burgos, según la resolución, buscó, a una serie de personas con el fin de que le ayudaran a deshacerse del cuerpo de Hidalgo y a éstas también les contó cómo había cometido el asesinato.

“... Ayer discutí con Maureen, la agarré por el cuello, y la estrangulé, ella está bien envuelta en la sala de mi casa en bolsas plásticas...” narró uno de los testigos, quien escuchó a Burgos decir esto en una oficina de un abogado.

A este testigo, indica la resolución, le insistió que le diera colaboración porque, “...es un sujeto alto y fornido, que le ayudara a colocar el cuerpo dentro de un vehículo para sacarlo de la vivienda...”

La investigación determinó que Burgos contactó y le contó lo ocurrido a una fiscal, a dos empresarios, a un abogado y a un civil. Estas personas, dice la resolución, se negaron a ayudarlo.

“...El encartado contacta a alguna persona, aún no identificada, quien accede a ayudarle a sacar el cuerpo de la vivienda y de éste modo lo traslada en un vehículo todavía no determinado hasta Concepción de Atenas, propiamente al sector de Las Vueltas de Macho Chingo, donde procede a tirar el cuerpo a un lado de la carretera en un pequeño barranco”.

Muerta en la sala

Las autoridades estiman que el asesinato de Hidalgo se comete entre la noche del 10 de julio y antes de las veinte horas (8 p.m.) del día 11.

“... El imputado mata a su esposa mientras ambos se encuentran en su casa de habitación en el condominio Yoses Sur, ubicado en Zapote, San José. El justiciable, una vez que acaba con la vida de su esposa, utiliza bolsas plásticas tamaño jardín para proteger el cuerpo e impedir que expida olor, fluidos o algo que lo pueda vincular con el hecho, manteniéndola en la sala de su casa sobre una alfombra...”.

Según la investigación, el mismo día que ocurren los hechos, Burgos busca a una fiscal amiga.

“...Ese mismo día, a las veinte horas se desplaza hasta la casa de la señorita..., a quien le comunica que había asesinado a su esposa, describiéndole la forma que lo hizo, le pida ayuda para desaparecer el cuerpo, ante lo cual ésta se niega...”.

A uno de los empresarios, Burgos, dicen las autoridades, le pide un automóvil para desaparecer el cuerpo. A este empresario lo buscaba desde el 7 de julio, lo que hace pensar al juez, que desde ese día venía planeando los hechos. “...Luego se logró estabilizar y lo vi más tranquilo y me dijo que le hiciera un favor, que le prestara un carro, lo que tuviera disponible...”, dijo el empresario.

El Ministerio Público determinó que la muerte de Maureen Hidalgo no fue por un robo, pues el cuerpo de la joven tenía una cadena de oro.

“...El detalle importante de que la ofendida Maureen aparece en la zona de Atenas si portar sus anillos de matrimonio y compromiso, cuestión que llama poderosamente la atención de la madre pues nunca se los quitaba, descartándose un robo...”.

Obsesivo y violento

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La orden de prisión de Burgos lo cataloga de violento que infunde temor a los testigos.

La recopilación de testimonios de la investigación policial del crimen de Maureen Hidalgo, caracterizan a Luis Fernando Burgos como una persona controladora, obsesiva, posesivo, que infunde temor y es violento.

Las conclusiones preliminares de un analista criminal establecen que Burgos mostró un comportamiento irregular, que hacen muy poco creíble que tres días después de la desaparición de su esposa lo denuncie ante las autoridades, dada su experiencia y porque como funcionarios judiciales se les daría atención inmediata.

Llama la atención el engaño a los familiares de Maureen y la “cantidad de maniobras que ha utilizado en la ejecución del crimen”, que dan cuenta de un hecho “premeditado... calculado fríamente”

“... Ha demostrado el justiciable que es una persona violenta, que tenía tres armas de fuego que da a esconder (...), lo que nos da la firme posibilidad de que atente contra la vida de los testigos.

“Quienes afirman tenerle gran temor y la posibilidad de una agresión”.

Jueza se enteró por otro

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Una jueza amiga de Luis Fernando Burgos denunció ante el fiscal general, Francisco Dall’Anese, el asesinato de la esposa del primero, 20 horas después de saberlo.

Ella se enteró indirectamente, cuando un amigo común le dice que Burgos le pide ayuda la noche del 12 de julio: “Él... me contó que Luis Fernando le había dicho, que había matado a Mauren el martes a eso de las ocho de la noche, que la había estrangulado, la tenía envuelta en bolsas plásticas o un plástico, no sé exactamente, y además envuelta en un edredón viejo. También me contó que Luis Fernando lo que quería es que le ayudara a deshacerse del cuerpo, ya que no lo podía cargar solo, y le había manifestado que no tenía de qué preocuparse porque lo había llamado de un teléfono público y que eso sólo le tomaría diez minutos...

“Luis Fernando le manifestó que a él nadie le iba a poder probar el homicidio, que había usado guantes, que iba a simular un robo, además había hecho una llamada telefónica a la casa de su suegra, ese mismo martes, la cual tenía registrada en uno de sus teléfonos, en la que supuestamente su suegra le había dicho que Maureen se había quedado a dormir allí, y que luego iba a formular una denuncia por desaparición de Maureen.

“...Estaba muy molesto porque ninguna de las personas a las que había pedido ayuda habían querido hacerlo...”

Precisamente, cuando Dall’Anase pedía indagar el homicidio (13 de julio), Burgos denunciaba ante el OIJ su presunta desaparición.

¿Quién lo ayudó?

Cuatro personas que tienen en común conocer a Luis Fernando Burgos, pero no tienen relación entre ellos, narraron en forma consistente y separada que fueron buscados por el principal sospechoso del crimen de Maureen Hidalgo, establece la resolución.

Burgos les solicitó ayuda para deshacerse del cuerpo de su mujer, a quien, conforme los testimonios, asesinó entre la noche del lunes 11 de julio y la mañana del martes 12. Para ese fin, requería un auto y la cooperación de una persona fornida, pues él no se aguantaba el cuerpo.

Pero el misterio hasta hoy es quién le ayudó a deshacerse del cuerpo, llevarlo en un vehículo a Atenas y lanzarlo a un barranco en las Vueltas de Macho Chingo.

Según han investigado autoridades judiciales, Burgos primero acudió el martes 11 de julio a la casa de una amiga fiscal, que fue su novia y vive en un apartamento de su propiedad, a quien le comunica que había asesinado a su esposa, describiéndole la forma en que lo hizo, y le pide ayuda para desaparecer el cuerpo, a lo cual ella se niega.

Esa misma noche del martes, contacta a un empresario y le dice tener un problema familiar difícil con su esposa, y gestiona un vehículo y un teléfono celular, pero le dice que no puede dárselo.

A las 11 de la mañana del miércoles 12 de julio, Burgos se presentó en la oficina de un abogado amigo y, delante de él y un extraño, informa sobre el crimen y, paso seguido, pide ayuda al particular, que es un sujeto alto y fornido, para colocar el cuerpo en un auto y sacarlo de la casa.

En la noche del 12 y madrugada del jueves 13 de julio, el sospechoso contacta a la cuarta persona, también empresario, a quien convoca en el hotel Irazú. Ahí se reúnen y le hace el mismo pedido, negándose esa persona a ello.

Luego de ese encuentro, Burgos contacta a alguna persona, aún sin identificar, que le ayuda a sacar el cuerpo de la casa, y lo traslada en un vehículo todavía no determinado hasta Concepción de Atenas, propiamente al sector de las Vueltas de Macho Chingo, donde tira el cuerpo a un lado de la carretera, en un barranco, y ahí aparece el 16 de julio.

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1. El 16 de julio el cuerpo de Maureen Hidalgo fue encontrado en Atenas.

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2. Miguel Hidalgo y Vera Mora en el momento del entierro de su hija.

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3. Luis Fernando Burgos estuvo en la vela de su esposa, incluso, le dio un beso a la mamá de Maureen.

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4. En el momento de su asesinato la pareja cumplia un año de casados .

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5. Luis Fernado Burgos actualmente se encuentra en La Refroma.
Archivo

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