Esquina del cacique
El reto de los manudos Leonel Jiménez, Periodista
El resultado del domingo no admite apelaciones. La Liga le pasó por encima a Pérez Zeledón.
Euforias al margen, lo cierto es que el triunfo rojinegro supone la confirmación que el equipo y en especial su técnico parecen haber encontrado el buen camino.
Se ve una mejoría en la coherencia y la fluidez de su fútbol, se nota un avance ofensivo, al equipo le soltaron las amarras y lo alejaron del miedo y el cálculo.
La “resurrección” manuda es notable, una prueba más de la positiva reconversión de su técnico.
Luis Diego Arnáez ha llegado como un pegamento ideal para unir las fracturas del conjunto, todo ha sido bueno para el técnico, que no tiene nada que perder y mucho por ganar.
La postura no ha sido cómoda por el escepticismo que cubre al equipo hace varios años, eliminados de fases importantes y cargando más de una docena de derrotas con el antagónico de siempre.
Arnáez recogió un guante muy pesado y manido, le ha tocado dirigir en lugares inadecuados, ya que no puede hacerlo en el banco.
El equipo ha recuperado garra, ahora falta el convencimiento para enfrentar con orden y sensatez la fase más complicada.
Su mérito ha sido recomponer la planilla y equilibrar el nivel colectivo. Es claro que para los fanáticos la felicidad más grande es vencer y eliminar al Saprissa de esta semifinal.
Los manudos no tienen espacio para una derrota más y les urge endulzar su paladar futbolístico.
Sin duda mañana el Morera Soto se vestirá de nuevo con sus históricos colores y retumbará el LIGA, LIGA, LIGA.
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