Se la jugó en el arco morado

Fausto con aplomo y temple

“Jugar un clásico es algo que siempre quería vivir. Es un lindo recuerdo”

En su debut en clásicos, Fausto González salió bien librado.

El arquero, quien asumió el puesto de José Francisco Porras, que está lesionado, se mostró seguro y con buena ubicación.

Fausto tuvo a su favor que los manudos casi no lo inquietaron, su mayor trabajo fue al final, cuando la Liga buscaba empatar.

Pero antes, el primer remate directo que le hicieron fue en el minuto 46, luego las tímidas llegadas de los rojinegros, las resolvió la defensa tibaseña.

El arquero saprissista no tuvo que enfrentar cara a cara a algún delantero liguista, no fue necesario que achicara, mucho menos debió andar a los revolcones.

En una de las ocasiones donde los manudos se aproximaron con peligro al arco de Fausto, fue al minuto 85, cuando a escasos metros, Víctor Núñez remató de seguido un centro y el morado se lanzó a su mano izquierda para quedarse con la pelota. Ahí ahogó el grito de gol de los rojinegros.

Después fue Luis Lara, quien al final del compromiso quiso romper el cerrojo, pero el guardameta mostró temple y valentía, salió a media altura a los pies de Lara, despejó el balón y tuvo la suerte de que éste cayó en sus manos. Se aplicó aquello de que portero sin suerte no es portero.

“Me voy con un lindo recuerdo, jugar un clásico es algo que siempre quería vivir. Claro, me hubiera gustado que el estadio estuviera totalmente lleno”, comentó entre sonrisas el portero y ahora titular en la “S”.