Peregrinación a La Meca comienza en medio de medidas de seguridad
9:20 a.m. La Meca / AFP.- Unos dos millones de musulmanes se dieron cita el lunes en el valle de Mina, cerca de La Meca, para el inicio del 'hadj', la peregrinación anual a la ciudad santa del Islam, que este año estará marcada por la presencia del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad.
A pie o en autobús, la multitud de fieles tomó desde el amanecer la carretera de Mina, un árido valle situado algunos kilómetros al este de la ciudad santa, el camino realizado hace más de 1.400 años por el profeta Mahoma.
Los hombres iban vestidos de blanco con tejidos que no han sido cosidos y las mujeres caminaban totalmente cubiertas dejando al descubierto sólo las manos y el rostro.
Repitiendo al unísono "Aquí estoy Alá, aquí estoy respondiendo a tu llamada", cientos de miles de peregrinos avanzaban por las carreteras y túneles preparados para llegar hasta el valle.
Todos ellos pasarán el día rezando y dormirán en tiendas de campaña antes de emprender la segunda jornada de peregrinación en el monte Arafat.
Mina es el lugar donde se produjo la avalancha más trágica del 'hadj', en julio de 1990, cuando 1.426 fieles fallecieron asfixiados en un túnel.
Según la agencia de prensa oficial SPA, las fuerzas de seguridad controlaban y guiaban a los fieles e importantes dispositivos médicos estaban listos para intervenir en caso de necesidad.
El martes al amanecer, los fieles se dirigirán hacia el monte Arafat, llamado también monte de la Misericordia. Sobre esta colina permanecerán durante horas rezando e implorando el perdón de Alá. La espera de los peregrinos en esta montaña simboliza la espera del Juicio Final y es el momento más importante y simbólico de este viaje a La Meca.
Posteriormente, los peregrinos volverán a Mina para sacrificar un animal, normalmente un cordero, en recuerdo de Abraham, que estaba dispuesto a matar a su hijo por orden de Dios. Este ritual marca el incio de la fiesta del Al Adha, que se celebrará el miércoles.
Este año, el huésped más ilustre del rey Abdalá será el presidente iraní, que llegó el lunes a la ciudad santa de Medina.
"Durante este viaje, además de la peregrinación santa del hadj, tendré encuentros con los responsables" de Riad, declaró el presidente iraní a la televisión de Estado, añadiendo que se reunirá también "con la gran comunidad musulmana presente en la peregrinación".
Es la primera vez que un presidente iraní participa oficialmente en esta peregrinación.
Irán, mayoritariamente chiita, y Arabia Saudita, fundamentalmente sunita, intentan desde hace años mejorar sus relaciones, presididas durante años por una mutua desconfianza.
Esta tensión bilateral comenzó precisamente con un drama en La Meca, donde en 1987 402 fieles, 275 de ellos iraníes, fallecieron. Las fuerzas del orden sauditas reprimieron violentamente una manifestación de peregrinos iraníes contra Estados Unidos e Israel porque según Riad, el 'hadj' no puede servir en ningún caso de foro político.
En aquel momento, Irán estaba en guerra con Irak, que a su vez contaba con el apoyo de las monarquías del Golfo, entre ellas Arabia Saudita.
Pero desde mediados de los 90, los dos pesos pesados de la región han ido acercándose poco a poco y han trabajado juntos para solucionar la crisis libanesa o restablecer la estabilidad en Irak.
El 'hadj' es uno de los cinco pilares del Islam que cualquier buen musulmán debe realizar al menos una vez en la vida si dispone de los medios financieros para ello, según el Corán.
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