Una intervención telefónica detonó emergencia

“Hay que darle duro a Berrocal”, dijeron sicarios

Consejo de Seguridad decidió sacarlos antes que meterlos a la cárcel

“Hay que darle duro a Berrocal”. Esa frase, escuchada en una intervención telefónica de la policía antinarcóticos, motivó la detención de cinco colombianos, el viernes pasado, sospechosos de querer atentar contra la vida del ministro de Seguridad, Fernando Berrocal, y el de la Presidencia, Rodrigo Arias.

La decisión de sacarlos del país, con pleno conocimiento de que en Colombia no tenían ninguna causa judicial, la tomó el Consejo de Seguridad de Costa Rica.

Dicho Consejo, según Berrocal, está presidido por el Ministro de la Presidencia, y participan: Laura Chinchilla, primera vicepresidenta y ministra de Justicia; Francisco Dall’Anese, fiscal general; Jorge Rojas, director del OIJ; y el propio Berrocal.

Reunión a las 6 a.m.

El viernes 22 de junio, Fernando Berrocal recibió, a las 6 de la mañana, en su casa, a Roberto Solórzano, jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y a uno de los más experimentados agentes antidrogas del país.

La cita era para informarle que en una de las grabaciones de este grupo de narcotraficantes, escucharon las intenciones que tenían para asesinarlo.

“Hay que darle duro a Berrocal”, dijeron los narcos. El plan se iba a ejecutar en los próximos días. Incluso, uno de ellos ya había recibido $50 mil (¢26 millones) y esperaban $100 mil más (¢52 millones) para cometer el atentado.

El cabecilla del grupo había salido del país en busca de más recursos. Por lo que no se pudo detener. Según Berrocal, este hombre es hermano de los dos líderes del cartel colombiano.

Ese mismo viernes, el Ministro de Seguridad se reunió, a las 9:30 de la mañana, con Dall’Anese, fiscal general, y Jorge Rojas, director del OIJ, en su despacho, en el Ministerio de Seguridad.

Luego de que ambos le confirmaron la información, llamó al Ministro de la Presidencia para que éste escuchara de boca de Dall’Anese lo que estaba pasando.

Ese mismo día se dispuso aumentar la seguridad de Berrocal y Arias. También se programó una reunión del Consejo de Seguridad, el lunes 25 de junio.

Tres caen en bar

El lunes 25 de junio se llevó a cabo la primera detención. La policía captura a Carlos Wiston Cáceres Rivas, Melkicedec Flores Potes, quien había quedado, según Berrocal, como segundo al mando del grupo y Víctor Olaya Bonilla. Este último, dijo el Ministro, fue quien recibió el dinero.

Ese mismo día, el Consejo toma la decisión de expulsar a los colombianos, aunque no tenían antecedentes en su país.

La razón, dijo Berrocal, es porque el sistema carcelario costarricense no tiene la capacidad para albergar a gente tan peligrosa y temen que, ya encarcelados, se realice una incursión armada para liberarlos.

El viernes 29 de junio se realizó la segunda captura. Los otros dos colombianos, Joymar Angulo y Javier Martínez, fueron detenidos en Esparza y el hecho es registrado por un corresponsal de televisíón y varios fotógrafos de la zona.

El sábado 30 de junio, los cinco colombianos fueron deportados del país. Salieron en un vuelo hacia Bogotá y llegaron a la 12:30 de la tarde (1:30 p.m. hora colombiana).

El lunes fueron liberados porque no hay cargos en su contra.