Llanto y tristeza al final del juego

Desconsuelo pampero

Sabanilla. Con los rostros bañados por el sudor y la lluvia, que quizás escondían alguna lágrima, los guanacastecos buscaban palabras, con el afán de encontrar alguna razón para el desconsuelo que provocó perder la final.

El llanto y la tristeza de los nicoyanos no era para menos, pues no supieron aprovechar la ventaja de 2-0 que habían obtenido en el primer partido.

Ayer cayeron ante la efectividad universitaria, que remontó la serie y se dejó el ascenso a la Primera División.

“Nuestro error fue jugar muy atrás y quizás pensar que el 2-0 era manejable”, confesó el arquero Wagner Hernández, quien agregó que pesó mucho la ausencia del delantero Román Vargas.

Un tanto más mesurado, pero no menos dolido, Carlos “Pancita” Rodríguez, sin desconocer los méritos del rival que aprovechó las facilidades que le dieron, aseveró: “nos ganaron bien y hay que aceptarlo, felicitar a la Universidad, se merecen el campeonato”.

Por su parte, el defensor Pablo Rodríguez agregó que “duele mucho perder de esta manera, pero hay que reconocer que la Universidad fue mejor que nosotros y nos ganaron bien”.