Billetes de ¢5.000 pierden su valor

El “tucán” se va en un abrir y cerrar de ojos

Ticos piensan que cuesta mucho ganárselo, pero nada cuesta gastarlo

¡No cambie el ‘tucán’ porque se va volando! Esto es lo que cree la mayoría de los costarricenses cuando sacan de su bolsillo un billete de ¢5.000.

Con justa razón deben pensar que cuesta mucho ganárselo, pero nada cuesta gastarlo, pues en estos días el codiciado “billetito” no rinde para nada.

El “tucán”, como lo conocen todos los ticos, salió al mercado a inicios de los años 90, siendo en ese entonces el billete de mayor denominación. En ese momento también existía el de ¢1.000 y el desaparecido de ¢500, según precisó Ricardo Rodríguez, de Tesorería del Banco Central.

Si nos remontamos a ese año, cualquier persona podía comprar desde un par de zapatos hasta pagar el recibo de agua y luz. Algunos afirman que también se podía llenar el tanque de un automóvil.

“Creo que hace más de 10 años yo podía llenar el tanque del carro con ¢5.000, ahora con eso le pongo como ocho litros de súper”, contó Mario Zamora, de 80 años.

Muchos compraban una buena parte del diario con el cotizado “tucancito”.

“Antes andar ¢5.000 en la bolsa era mucha plata. Hace diez años me podía comprar una camisa y un pantalón, ahora no me alcanza ni para la camisa”, lamentó José Manuel Fonseca, de 46 años y vecino de Montes de Oca.

Si usted va a un supermercado, los cinco mil se le van comprando unas dos bolsas de arroz, una de frijoles y dos latas de atún. Si de carnes se trata, solo rinde para comprar un kilo de bistec y medio de carne molida.

“En la carnicería ya casi no alcanza para nada. Diez años atrás se compraban todas las frutas y las verduras del mes, ahora con ¢5.000 se compra, si acaso, la mitad. En un diario para cinco personas mínimo se le van 20 tucanes”, comentó Rodrigo Araya, administrador de una verdulería del Mercado Central.

Y mientras que a muchos no les rinde el billete para los gastos de un día, otros ganan un “tucán” diariamente, como es el caso de un peón de construcción.