Buscar
Ver otras ediciones
Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP Foro Galería Escríbanos Pura Vida
 
 Nacionales Miércoles 12 de septiembre, 2007, San José, Costa Rica.
   

Juezas le pidieron aclarar cabos sueltos

No recuerda dónde depositó ¢3 millones

Burgos rehusó decir nombres de sus contactos

Alejandro Arley Vargas

Ayer durante el juicio por el homicidio de Maureen Hidalgo, el acusado, Luis Fernando Burgos, aceptó que sacó más de ¢3 millones de un banco la semana en que desapareció su esposa y los cambió por dólares, pero dijo no recordar dónde los depositó.

“No sé si fue en una cuenta de una sociedad de mi papá, no lo recuerdo”, manifestó.

Zulay lo aconsejó

Burgos dijo que la coimputada Zulay Rojas le dio una tarjeta telefónica y le recomendó no hacer llamadas de sus teléfonos celulares.

Dijo que el dinero era para comprar un carro a su esposa.

El Tribunal que lo enjuicia cuestionó ayer el uso que el imputado dio a un bíper y un celular que pidió prestados, también durante esa semana.

Burgos, sin decir nombres, respondió que los aparatos le sirvieron para mantener comunicación con presos de La Reforma y San Sebastián, que podrían darle información sobre el paradero de Hidalgo ante sus sospechas de que ella contactó robacarros.

Dos de las juezas le pidieron que explicara con detalle esa sospecha. Dijo que su mujer pensaba visitar un deshuesadero ilegal en Desamparados, que le recomendó un amigo, para vender tres vehículos de su papá.

“Me dijo: es gente que roba carros y los deshuesa”, recordó.

Burgos explicó que le preocupaba que Maureen fuera a ese lugar porque portaba su celular nuevo y más de ¢200.000. “Era una muchacha bonita, algo le podía pasar por más armada que anduviera”, argumentó.

Contactos en el misterio

El acusado aseguró que durante la semana en que Hidalgo desapareció, fue a sitios como Los Cuadros, Heredia y Acosta en busca de personas, cuyas identidades se reservó.

Dijo que un amigo en el Mall San Pedro le prestó el celular y el bíper, pero no dio el nombre ni el número de la línea que usó.

Araya le preguntó por qué hizo llamadas de un teléfono público y del celular prestado. Afirmó que no quería que lo ligaran con los privados de libertad ante una posible investigación.

Temía que los reos dijeran cosas que lo perjudicaran y dieran versiones falsas sobre el propósito real de sus llamadas.

“Sé el tipo de personas que estoy llamando, es gente que no tiene la moral para llegar y decir, ‘me dijo tal cosa, tal otra’”, recalcó.

Foto: 1723355
Hoy declara una exempleada de Burgos.
Abelardo Fonseca

Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP
Foro Galería Contáctenos Pura Vida
© 2007. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr .