Bogotá/AFP.- El canciller francés, Bernard Kouchner, culminó este lunes en Bogotá, con mutismo, su primera etapa de una gira que lo llevará además a Venezuela y Ecuador, para intentar alentar nuevas gestiones por la libertad de Ingrid Betancourt y otros rehenes de la guerrilla de las FARC.

Kouchner, cuyo gobierno ha propuesto a Bogotá reconsiderar la mediación del mandatario venezolano, Hugo Chávez, para un canje de rehenes por guerrilleros presos, evitó hacer comentarios a la prensa tras una reunión de unos 45 minutos con el presidente colombiano, Alvaro Uribe.

En la reunión entre el mandatario colombiano y Kouchner participaron también el alto Comisionado para la Paz del gobierno de Uribe, Luis Carlos Restrepo, el canciller colombiano, Fernando Araújo; y, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.

"Fue una reunión cordial e intensa. En ella, el canciller Kouchner le entregó una carta de su gobierno al señor presidente (Uribe) y éste prometió contestarla en breve", aseguró a la AFP una fuente de la presidencia colombiana que requirió del anonimato y que no dio más detalles del encuentro.

Antes de reunirse con Uribe, Kouchner -quien llegó en la tarde- recibió a Yolanda Pulecio, madre de la rehén colombo-francesa Ingrid Betancourt, acompañada de la congresista opositora Piedad Córdoba y de los exrehenes de las FARC, Luis Eladio Pérez y Jorge Eduardo Gechem.

Tras esa reunión Córdoba y Pulecio expresaron que cualquier intento por obtener la libertad de los al menos 39 rehenes de esa guerrilla pasa por una intervención del presidente venezolano Hugo Chávez.

"No sé si el presidente Chávez este dispuesto, pero necesariamente esto tiene que pasar por las manos de él", indicó Córdoba. La gira de Kouchner se produce un mes después de que las FARC rechazaron por "improcedente" el envío de un avión francés con equipo médico para atender en las selvas del sureste de Colombia a Betancourt y otros rehenes.