Hugo Solano
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San José - El súbito cambio en la salud de un italiano de 67 años, acusado por 39 abusos y 21 violaciones contra ocho mujeres le impidió asistir al juicio y eso obligó a los jueces a anularlo, ayer a las 2:45 p.m. en Desamparados.

El extranjero de apellido Naressi, ofrecía al público sus servicios como psicoanalista desde 1995 al 2004, en un local ubicado 100 metros al sur y 75 al este del cementerio de Aserrí.

Se anuló un juicio cuyo costo ha sido millonario, si se toma en cuenta que ya iba muy avanzado y que, inclusive, algunas víctimas y testigos vinieron de Francia y Honduras a declarar.

Con base en las denuncias, Naressi, supuestamente, se aprovechaba del estado vulnerable en que llegaban las mujeres y, poco a poco, las inducía a realizar actos sexuales, diciéndoles que era parte de la terapia para liberarlas de las dolencias emocionales.

De esta forma se le acusa de tocarles sus partes íntimas, violarlas y hasta lograr que le realizaran sexo oral, en consultas por las que las ofendidas llegaron a pagar hasta ¢30 mil.

El abogado querellante Gustavo Ocampo, lamentó lo sucedido, máxime que casi todas las afectadas vivieron en el juicio el proceso de “revictimización” al detallar ante los jueces la forma engañosa y bestial en que, al parecer, el acusado las sometía a vejámenes.

El juicio comenzó el 3 de abril en Desamparados y allí, en un cuarto aparte, Naressi escuchaba el detalle de las víctimas, así como las ponencias de psicólogos y psiquiatras forenses.

El querellante dijo que, ante pruebas tan contundentes, solicitaría más de 500 años de cárcel contra el italiano.

Ocampo cuestionó ayer que, una vez realizados los exámenes iniciales en la Clínica Bíblica, se le trasladara luego a un hospital estatal.

Añadió que entre las mujeres afectadas se encuentran profesionales, casadas y con familia que al llegar a constatar que Naressi aplicaba las mismas acciones contra varias de ellas, decidieron acudir a la acción de la justicia, pese a lo engorroso del juicio.

Son de Alajuela, San José, Cartago y Puntarenas, mientras que otras viven fuera del país.

El Ministerio Público decomisó en el consultorio de Naressi 140 expedientes clínicos, por lo que Ocampo presume que gran cantidad de ofendidas prefirieron, por temor, no denunciarlo.

“Era tal la influencia que ejercía sobre las pacientes que, a pesar de los abusos, ellas pagaban nuevas consultas asumiendo que era parte de un proceso” acotó.

El miércoles 16 de abril el acusado comenzó con problemas médicos. Ese día el juicio prosiguió porque el abogado que lo defiende asumió su representación, sin embargo el lunes siguiente quedó suspendido porque la defensa no lo representó más, lo que obligó a los jueces a aplicar el tiempo establecido por ley.

Según la esposa del acusado, este sufrió una convulsión mientras estaba en su casa.

El dictamen médico forense, basado en el expediente clínico a nombre del evaluado concluye que presenta “ crisis convulsivas, aneurisma aórtico, trastorno depresivo y delirio orgánico”.