Patricia Recio G.
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Uno a uno fueron llegando al aeropuerto. Les esperaba un largo viaje, pero la ilusión en sus rostros demostraba que el viaje es lo de menos.

Allan Segura, como buen líder fue el primero en llegar, y dijo sentir una enorme emoción pues tras la dura clasificación para él después de “aquí todo ya es ganancia” y estas Olimpiadas son la recompensa a su esfuerzo.

Por su parte Kristopher Moitland, para quien esta será su segunda Olimpiada, dijo que espera mejorar su participación en Atenas.

Gabriela Traña, quien llegó acompañada de una buena delegación de familiares, dijo que lo único que le preocupa sobre su participación en la maratón podrían ser las condiciones de contaminación, pues con respecto a su preparación se siente muy segura.

Gabriela lleva consigo varios amuletos: el atleta Erick Quirós, quien llegó a despedirla, le regaló una “medallita” de la Virgen de los Ángeles. Además su tía también le dio una Virgen y su hermana le dio un rosario.

Roberto Verdesia, Presidente del Comité Olímpico llegó cargado de gallo pinto, café, tapitas (con las que dijo premiará a lo s que hagan buenas marcas) y hasta un “coffee maker” pues dice que la delegación que se fue la semana anterior no pudo conseguir uno allá en Beijing.

El ciclista Henry Raabe también partió ayer.