Isaac Lobo
ilobo@aldia.co.cr

Es la voz más sensual de las mañanas, que invita a llenar de besitos el dial, es la rubia sexy de la cerveza, la mamá tierna que acurruca a los niños o quien revive los sábados la mejor música de la década de los 80.

Magally Gutiérrez tiene una voz privilegiada, con la que hace maravillas.

Desde la cabina de Bésame 89.9, de lunes a viernes, es la compañera inseparable de los radioescuchas con melodías románticas. Allí también da consejos para vivir bien, siempre en compañía de un experto que respalda el tema.

“La radio es mi pasión, me encanta sentir el cariño de la gente”, confiesa.

Magally no sólo se ha ganado el respeto y la admiración de los radioescuchas en esa radio, también el amor de muchos, quienes le envían flores, cartas de amor, chocolates y proposiciones indecorosas, porque no falta quien se las haga.

“Me envían regalos para mi cumpleaños, el Día de San Valentín y Navidad, a mi me da pena, pero los acepto con mucho cariño”.

¿Quién es ella?

Magally Gutiérrez siempre anda el pelo libre y alborotado, que la hace ver exótica, con una pizca de misterio, pues le cubre la cara.

“No sé, seguro es porque no me gusta mucho y me la tapo” ,dice, pero su comentario parece ofensa para quienes la admiran y sueñan estar entre sus brazos, pues admiradores le sobran.

No se cree el cuento de quienes le piropean su cuerpo; cada vez que le hablan de sus lindas curvas, se ruboriza.

Casi dos décadas haciendo jingles, sagitario 100 por ciento, no tiene novio –el divorcio la dejó agotada–. Dice que cuando decida estar con alguien este debe compartir su interés por la música romántica y la buena conversación con una botella de vino.

“No dejo de sentir culpa por mi matrimonio fracasado, a veces siento que le debo eso a mis hijos”, explica.

Ellos son su mayor adoración, dos varones de 22 y 17 años, a quienes describe como sus “bebés”.

“También tengo una hija adoptiva, una amiga de mi hijo menor a quien adoro y siempre pasa en casa”.

Su imagen de chica sexy no se le quita ni volviendo a nacer, aunque ella no se lo propone, pero si le encanta poner voz sensual, algo mimada, cuando habla.

Su imagen en el escenario es de roquera , y la hace inolvidable para cualquier ídolo de la canción costarricense que se le cruce en tarima.

Según la leyenda, tiene dos casas: una en la que vive y otra en la que ha ido acumulando discos de música romántica, revistas, hasta no poder ni abrir la puerta.

Disfruta comer pastas y la sensación del chocolate cuando se derrite en su boca.

En sus momentos libres, que no son muchos, aparte de compartir con sus hijos, le gusta escuchar música romántica rodeada de velas y de incienso.

“Me encanta los lugares donde pueda disfrutar de la luna y las estrellas…, sí lo acepto, soy muy romántica”.

Ama las flores y compartir un buen café en compañía de sus amigas, con quienes se entera de los últimos acontecimientos en este círculo.

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Ella no se conforma con ser locutora, es sedienta de trabajo, cambia de casete y su voz le da vida a anuncios de radio y televisión.

“He hecho muchos anuncios, por ejemplo para Pilsen, donde hago la voz estilo Gatúbela, o una más tierna para la campaña de Dove”.

En las noches de los sábados, su sexy voz se transforma en roquera, cuando interpreta lo mejor de los éxitos de los años 80.

“Fue un proyecto que nació desde la radio, para complacer a los oyentes . Empezó como un especial único, pero la gente lo pedía y lo pedía y ahora es continuo”.

La locutora se presenta todos los sábados en el Observatorio acompañada de su grupo. Son llenazos.

Gusto al canto

Su amor por el canto nació hace mucho tiempo, cuando iba a misa de Moravia.

“Un día se presentó Angelus y yo me dije, ‘quiero ser parte de esto’. Fui y busqué al director del coro José González, quien me hizo una prueba. Yo estaba tan nerviosa que le pedí que se diera la vuelta y no me viera... le encantó como canté y fui parte del grupo”, recuerda.

Como “Chepe” González también es compositor de jingles, la contrató a ella para que hiciera algunos, así fue como empezó todo.

Otra etapa muy linda para Magally fue cuando grabó un disco de música cristiana a ritmo de tex mex, con el compositor Alex Orozco.

“Fue un éxito, se vendieron muchas copias. Fue una época muy bonita”.

Se siente completa, vive feliz, sólo le falta el amor para poner la cereza al pastel.

A viva voz

¿Cómo se define? “Me considero una persona mística, muy sentimental y romántica”.

¿Qué disfrutan sus amigos de usted? “A mis amigos lo que les gusta de mí es que tengo buen sentido del humor y los hago reír siempre”.

Su color favorito: “Es el lila. Es el color de la perseverancia, el sacrificio y la piedad”. Magally piensa que encender una vela de este color trae tranquilidad, cordialidad y un ambiente de calma y serenidad.

Su trabajo: “Trabajo en locución comercial desde hace 18 años”.

Mensajes: Puede comunicarse con ella a la dirección mgutierrez@glr.co.cr