Beijing, China/AFP. El gol que le dio el oro a Argentina en la final de Beijing-2008 catapultó al delantero Angel di María a la fama.

Mientras esto sucedió con el “Ché”, una larga lista de futbolistas, encabezada por el brasileño Ronaldinho, quedaron a medio camino y otros simplemente pasaron desapercibidos.

La historia de di María, el Angel dorado, comenzó a escribirse a los 63 minutos del debut frente a Costa de Marfil, cuando remplazó a Ezequiel Lavezzi y lograron un triunfo agónico 2-1. Sin obviar el triunfo por el oro ante Nigeria.

“Es un sueño muy grande para mí jugar en la selección”, dijo ayer el jugador Di María