Edgar Fonseca, Director de Al Día
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Habrá que ver si las multitudes que se observan en las avenidas, los mall y Golfito, se traducen en dinero contante y sonante en las cajas registradoras.

No solo sería una señal de “abundancia” en tiempos de apretón sino de confianza, al menos inmediata, sobre el futuro que nos aguarda tras los toros de Zapote, el tope, El Chinamo y Festival de la Luz.

Las repercusiones del “chaparrón” económico y financiero mundial, no las vamos a esquivar, advierte don Eduardo Lizano, viejo lobo de nuestra economía.

Y se lamenta del rezago en reformas fundamentales en nuestro modelo de país, para estar mejor preparados ante la coyuntura. Pero nunca es tarde.

El TLC con Estados Unidos, nuestro más poderoso socio comercial, hoy en penurias, va en firme.

Se está a las vísperas de una negociación, no menos compleja, con la República Popular de China, la “vedette” de las economías mundiales, por una apertura y reforma neoliberal espectacular.

Con Panamá está por entrar en rigor el tratado suscrito y todo apunta a que se abre una oportunidad de oro a los ticos de conquistar ese competitivo mercado.

Y vamos hacia un tratado comercial con Singapur, otra de las estrellas económicas asiáticas. Su producto per cápita es de, nada menos, $37 mil. Nueve veces el nuestro.

El detonante de su éxito: una apuesta decidida a la apertura económica, mano de obra de excelencia y un gancho de inversiones internacionales que lleva contadas 7 mil corporaciones multinacionales.

En fin, todo un ejemplo a seguir para que, aunque tardíamente, no esquivemos el carril comercial multilateral.