Juan Diego Villarreal
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San Isidro del General. - El defensor liberiano, Hárold Wallace, no podía ocultar que había derramado lágrimas, luego que el portero generaleño le detuvo el quinto y decisivo penal.

“No sé si lo enseñé mucho, había estado practicando penales en la semana y aunque no soy un buen tirador, tomé la responsabilidad de lanzarlo por el equipo, por eso le pido disculpas a los aficionados de Liberia”.

Esteban Sirias, quien también fue víctima de la virtud de Lewis al detener su remate, también tenía cara de pocos amigos, quería marcharse rápido ante el dolor que le causaba su fallo en los lanzamientos desde los once metros.

“Duele mucho perder un penal y más en estas instancias y porque los compañeros confiaron en mí. Le pido fortaleza a Dios. Fue virtud del portero que me adivinó bien el remate, ahora lo que queda es levantarse y seguir adelante porque los grandes hombres cuando fallan continúan su camino y yo soy uno de ellos”, sentenció Sirias.

Liberia quedó debiendo

Vulnerables Durante el campeonato su zaga fue una de las más vencidas por lo que lo recibió muchos goles tanto en casa como de visita.

Individualidades A pesar de tener muchas figuras nunca mostró un conjunto, se basó en las individualidades.

Mal de visita Su técnico fue contudente. Con malos resultados de visita (solo dos empates) es imposible ser protagonista.

Escándalo Su dirigencia estuvo en el ojo de la tormenta por un supuesto intento de soborno y las acusaciones de su exgerente, el francés Nicolás Philibert.