AFP. - Israel bombardeó ayer a Hamas en la franja de Gaza, y mató a 230 palestinos y otros 700 resultaron heridos, en represalia por los disparos de cohetes desde este territorio controlado por el movimiento islamista.

Según fuentes médicas palestinas ya suman 230 la cantidad de muertos, en su mayoría miembros de la policía de Hamas.

Las bombas causaron gran pánico y confusión en Gaza, mientras que nubes de humo negro se elevaban sobre el territorio, gobernado por Hamas desde hace unos 18 meses.

Un alto mando castrense israelí dijo que el Ejército atacó únicamente "objetivos militares".

Unos sesenta aparatos bombardearon 50 instalaciones del movimiento islamista, principalmente el cuartel general de la policía en Gaza y varios campamentos de entrenamiento.

El general Tawfik Jaber, jefe de la policía de Hamas, murió en los ataques israelíes, afirmó el portavoz de esta fuerza.

En una nueva arremetida aérea dos miembros del brazo armado de Hamas murieron al este de la ciudad de Gaza, cuando se disponían a disparar cohetes.

Helicópteros dispararon misiles aire-tierra sobre cuatro talleres metalúrgicos en el sector de la ciudad de Gaza, donde según Israel se fabricaban o almacenaban armas, especialmente cohetes de fabricación artesanal.

Debido a la crisis, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó al “cese inmediato de la violencia”.

Anoche al cierre de edición, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía en Nueva York para analizar la situación.