Panamá/ AP. A Manny Pacquiao no le afectaron los kilos de más y sencillamente demolió a Óscar De La Hoya, para consagrarse en el 2008 como el mejor boxeador del mundo, en un año en que Antonio Margarito logró la victoria que necesitaba, para también impulsar su figura.

El “Pacman” filipino arrolló a cuanto rival se le enfrentó y su paliza a De La Hoya, el 6 de diciembre, marcaría el fin de la ilustre carrera del “Golden Boy”.

De La Hoya, no obstante, puede seguir inflando sus arcas como promotor en el 2009, cuando es seguro que los nombres de Pacquiao, Margarito, Shane Mosley, Ricky Hatton y a lo mejor del retirado Floyd Mayweather Jr., resonarán en el ambiente pugilístico.

Margarito, quien presenció el revés de De La Hoya en Las Vegas, demostró meses antes por qué muchos llegaron a esquivarlo, al apuntarse una victoria resonante ante el boricua Miguel Cotto, en uno de los duelos de alto voltaje del año.

Pacquiao escribió la página más brillante. Le ganó a comienzos de año al explosivo mexicano Juan Manuel Márquez, arrebatándole el cetro superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, luego de que ambos empataron en su primera pelea hace cuatro años.