Neyssa Calvo Achoy
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A pesar de su pequeño tamaño, los hámsters necesitan tanto cuidado como cualquier mascota de la casa.

Antes de adoptarlo es mejor estar seguro de que está sano.

¿Cómo saberlo? Tan solo basta con mirar su comportamiento, dice el veterinario Luis Martínez.

“Son animales muy activos, alertas y muy curiosos. Eso sí, pasan el día durmiendo y de noche están despiertos ejercitándose”, agrega el experto.

Asimismo, su pelo se ve suave, tienen buen apetito y no deben tener secreciones en ojos o nariz.

Estos pequeñines por su naturaleza son aseados, señala Stephanie Monturiol, de la tienda de mascotas Koki, en Cartago.

Para ayudarles en la higiene, Monturiol aconseja colocar una buena cantidad de viruta en el fondo de la jaula para darles calor y también neutralizar el olor de los orines o heces.

Al ser familia de los roedores necesitan algo que incluso los divierta para roer y masticar.

En cuanto a la alimentación los expertos aconsejan darle frutas y verduras frescas así como semillas de girasol o maní. En especial naranjas, porque funciona como un sustituto del agua.

Desde muy pequeños los hámsters deben acostumbrarse a la caricia de sus dueños, pues tiendan a morder en defensa cuando intentan sujetarlos.

Si hay niños cerca lo mejor es enseñarles cómo alzarlos sin lastimarlos. Al ser animales muy sensibles es mejor evitar cualquier tipo de golpe.