Esquina del cacique
De gazapos y mucho más Leonel Jiménez Periodista
Las ocurrencias están a la orden del día. Paulo César Wanchope al cuerpo técnico de la Selección, ha dicho don Eduardo Li.
El chino, en su gran confusión, busca remendar el cuerpo técnico de la Tricolor y propone al recién retirado jugador, en el grupo de trabajo de la escuadra patria.
Paulo César es un hombre cauto, inteligente y preparado. Desde su adolescencia desarrolló su preparación en el campo académico y deportivo en Estados Unidos.
Viajó muy joven a ambientes muy difíciles, a climas inclementes y grandes en el campo futbolístico, todo eso lo superó con esfuerzo y capacidad.
En su recorrido triunfó, tuvo éxito, victorias y derrotas. Hoy ha sido objeto de un sinnúmero de homenajes porque se ganó el respeto de todos.
Pero de eso a querer andarlo como santo de pueblo y meterlo a fuerza en comisiones, cuerpos técnicos y otros, no va con la recia personalidad del exdelantero.
Wanchope ha sido claro: “voy a prepararme como técnico de fútbol y para eso voy a ocupar dos años”. Entiéndase dos años, no una pasantía de un mes o dos meses, viendo cómo trabajan algunos equipos.
Hernán Medford y Óscar Ramírez son suficientes y tienen sobrados atributos para salir adelante, siempre y cuando realicen un giro en su libreto de trabajo anacrónico.
Que entienda que no es peleando, ni buscando evasivas absurdas, ni amenazando a los que lo han criticado. Don Hernán, esto tiene solución, recupere la identidad de nuestro fútbol, sacúdase del amiguismo y trabaje. Para eso mes a mes hay buena remuneración para él y sus colaboradores.
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