Christian Campos, corresponsal
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Abangares. - Cañas, madera vieja y sacos de gangoche se combinan para dar “vida” a la escuela María Rafols, a la que 21 niños de todos los niveles acuden a estudiar diariamente.

Está localizada en barrio Jesús, en Abangares, 15 kilómetros antes de llegar a la ciudad de Cañas, sobre la carretera Interamericana norte.

“Cuando llueve fuerte, nos vamos todos al centro del salón para ver si podemos seguir con la lección. Pero el agua siempre entra por la fuerza del viento y les moja los cuadernos a los niños”, explicó la maestra Lilliam Acevedo.

El ministro de Educación, Leonardo Garnier, dijo a Al Día, el sábado anterior, que esos problemas no deberían existir, pero solo tenemos ¢15.000 millones de presupuesto, cuando para atender las necesidades se requieren ¢100.000 millones.