La Nación, Argentina/GDA. - Bajo peso al nacer, retardo del crecimiento, síndrome de muerte súbita del lactante y malformaciones congénitas, son algunos de los trastornos asociados al consumo de drogas lícitas o ilícitas durante el embarazo. Sin embargo, lo peor es que la manifestación de esos trastornos no se agota en el posparto inmediato.

Estudios de seguimiento de largo plazo demuestran que el consumo de alcohol y tabaco, así como también de sustancias ilícitas durante la gestación, extiende sus efectos a la niñez, la adolescencia y la vida adulta.

Se ha visto que los bebés que no presentan ninguna malformación o trastornos evidentes al nacer pueden padecer problemas del desarrollo a mediano o largo plazo, dijo la doctora Ruth Guinsburg, profesora titular de pediatría neonatal de la Universidad Federal de San Pablo, Brasil.

Investigaciones hechas con hijos de mujeres que fumaban marihuana durante el embarazo mostraron a los 15 años tener dificultades en tareas complejas.

El doctor Eduardo Bianco, presidente del Centro de Investigación de la Epidemia de Tabaquismo de Uruguay, considera que la solución está en eliminar el consumo de tabaco durante los nueve meses de embarazo, “eso reduciría en un 12 por ciento las muertes por complicaciones perinatales”.