En la esquina neutral

Una bofetada para el boxeo

Desde hace varios años, Floyd Mayweather hijo, es el mejor boxeador libra por libra del mundo y lo ha demostrado venciendo a cuanto rival se le pone, entre ellos de la Hoya, pero el próximo 30 de marzo, el llamado “Niño Bonito” se subirá a otro cuadrilátero: el de la lucha libre.

Mayweather, invicto en 39 combates, tiene 20 millones de razones para “traicionar” a la afición boxística, que lo considera el mejor exponente de los últimos años, gracias a sus seis títulos en cinco diferentes pesos.

Pero, la Federación Mundial de Lucha Libre no lo contrató por su envidiable cosecha, sino porque su combate con De la Hoya fue el más vendido en la historia del “pago por ver”, con 2.400.000 compras, cifra muy superior a la de todas las peleas entre mastodontes.

Su rival, pesa tres veces más que él (195 kilogramos), mide 2.13 cm y le apodan “Big Show”. Para calentar el ambiente previo al circo, que se llama "Wrestlemania", Mayweather, a quien solo por esa noche llamarán “Mono”, le rompió la nariz al gigante luchador, que emprendió una persecución en la que, por supuesto, no lo alcanzó.

El boxeador, nacido en Michigan, se embolsó $50 millones en sus dos últimos combates ante De la Hoya y Ricky Hatton y no tiene tapujos para decir que acepta este reto por negocio.

Mike Tyson, Tommy Hearns y otros también se ganaron sus millones por simular poder, enojo y furia ante hombres rudos, verdaderos artistas del negocio de los golpes y las patadas voladoras. Otros como De la Hoya han rechazado las ofertas.

Ahora Floyd prueba suerte en otro ring y lo hace cuando el boxeo está de capa caída, con carteleras aburridas y ausencia de pesos completos espectaculares, haciéndole un flaco favor al deporte de sus amores.