Testigo de cambio

Santo Negro

¿Cuántos santos de Esquipulas tenemos en Costa Rica? Varios. El primero en llegar para hacerse de una devoción muy arraigada, fue el de Santa Cruz.

Lo hemos visto en su peregrinaje interminable, pues nada más poner un pie en el templo católico santacruceño, cuando de nuevo sale a recorrer las casas de todo el cantón, acompañado de rezos y bizcochos.

A tal punto llega el trabajo del Santo Negro, que cuenta con réplicas, o sea, “peones” que le ayudan en su lenta tarea, esto debido, claro está, al crecimiento de Santa Cruz.

Esta devoción se originó en Esquipulas, Guatemala, donde los indígenas pidieron a Tata Cara una imagen “de la color del cabello del maíz”; o sea, negro. Fueron complacidos, y hoy el Santuario de Esquipulas es visitado por gentes de muchos países. Los indios, cuando entran en tropel, salen caminando hacia atrás, pues consideran un irrespeto volver la espalda al santo.

¿Cómo llegó a Santa Cruz? La leyenda nos dice que un guatemalteco, amigo de andar medio “achispolado”, la llevó a la vieja Santa Cruz, pequeña comunidad en aquellos años.

Al parecer, no se comportó como debía y los santacruceños de pocas pulgas lo corrieron. En la carrera, dejó la imagen en un palo de coyol.

Hoy tenemos al Santo Negro en Alajuelita, San Josecito de San Isidro de Heredia (el “Santo de las Cintas”) y otros sitios. ¿ Por qué lo de las cintas? Porque si a usted le duele, por ejemplo una pierna, amarra una cinta a la pierna del santo y, por lo general, obra el milagro. Por eso, antaño la imagen aparecía llena de cintas de colores desde la cabeza hasta los pies.