Allan Andino
aandino@aldia.co.cr

Noche de sorpresas, talentos escondidos, tristes despedidas, desmayos y hasta un roce que no pasó a más, fueron los ingredientes que depararon el sétimo programa de “Cantando por un Sueño” la noche del sábado.

El que se robó el “show” más allá de los eliminados o sentenciados, fue sin duda el actor de La 1/2 Docena, Daniel Moreno, con su personaje “Demasiado Honesto”.

Aunque perdió el reto contra Carlos Alvarado, “Camacho” de “La Pensión”, hizo que el público lo ovacionara con gritos y aplausos luego de demostrar que tiene madera para el canto, sumado a un cómico cierre en donde tuvo que decirle al director de la orquesta que parará la música.

“Siempre me ha gustado cantar, no me esperaba ese recibimiento de la gente”, contó sorprendido Moreno, quien interpretó el tema “¿Y qué?”

El conductor de “7 Estrellas” Édgar Barrantes y su soñadora, Sasha López, se quedaron en el camino al lograr solo un 36 por ciento de votos.

“Era un poco de esperarse, luego de una tercera sentencia, la gente nos ha apoyado con todo el cariño, pero tampoco se puede una y otra vez. Me voy tranquila”, dijo Sasha.

Por su parte, Barrantes agregó que “es triste dejar esta actividad, porque la gente por la que luchas puede pensar que los decepcionaste. Mucha gente se ha manifestado, pacientes, amigos y empresas para cumplir el sueño”, dijo el odontólogo.

Por primera vez, Laura Rodríguez y Marko Jara tomaron la cima de la tabla con 70 puntos. En su actuación, su maestro Tapón dejó claro que hasta el bolero le sienta bien.

La papa caliente de la sentencia volvió a caer por tercera semana consecutiva en manos de Édgar Murillo y Karla Mena.

Ellos quedaron al borde de la eliminación junto con Domingo Argüello y Stephanie Chaverri, la última muy molesta en camerinos por el resultado final.

Domingo se mostró triste, “casualmente cuando dicen los jueces que mejor canté, las notas no nos ayudaron. Dicen que ‘Steffi’ desafinó, yo no lo noté”.

Él ya tiene en mente unas giras por emisoras, un “chivo” con artistas amigos y una visita a Naranjo el viernes para mantener la velita de su sueño encendida.

Un roce entre “Mingo” y Natalia Pereira, por la interpretación de un chiste, levantó los ánimos pero no pasó a más, al igual que el bajonazo de presión de la soñadora Karina Saverino.

Quedan seis programas y el anuncio de “Bailando” ya salió de su escondite.