Milton MONTENEGRO
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El diablo apareció ayer en Aserrí. Azotó y asustó en Santa Teresita, donde hasta las brujas salieron espantadas con el demonio.

Fue un demonio vestido de blanco con morado, un diablo sin piedad, un monstruo que soportó cualquier hechizo, todo tipo de conjuro de unas brujas que se vieron horribles y causaron una enorme desilusión.

El diablo vaciló a las brujas, jugó con ellas y apartó en Santa Teresita, el boleto para la fiesta final. Así es, Saprissa fue un ángel de las tinieblas para el cuadro de Brujas, que lució endeble, frágil en defensa, un equipo desconocido, un plantel del que se esperaba diera una sorpresa, pero terminó sorprendido y hasta asustado.

Los morados sacaron credencial de favorito y una vez más demostraron que ganan los compromisos que tienen que ganar.

Los tibaseños tenían seis juegos seguidos sin conocer la victoria en el campeonato, pero vencieron a la hora buena, jugando bien, goleando y convenciendo.

“Este equipo sabe cuando tiene que acelerar”, dijo Wálter Centeno en la semana y de verdad que Saprissa metió el gas, apretó y borró por completo a Brujas.

En la caja de fósforos, porque eso parece el incómodo escenario del ST Center y que me disculpen los de Brujas, pero a eso no le puedo llamar estadio, los morados se asentaron mejor, poblaron el medio campo y se dejaron los balones que adelante, Rónald Gómez como pivote le ganaba a Berny Peña y a Alberto Jiménez.

Ahí empezó la “S” a gestar su victoria, el triunfo que dejó nocáut a sus vecinos josefinos, el que los tiene casi eliminados.

Apretó en el medio y con la inspiración de Alpízar hizo añicos cualquier planteamiento de Mauricio Wright, quien ante los goles que recibió su equipo, en ocasiones optó por mirar sin hacer gesto alguno y en otras levantó sus brazos, diciéndole a su gente que metieran, que no se dejaran caer.

Pero mientras la fiesta capitalina se dio en el segundo tiempo, en el primero, lo mejor fue ver y escuchar a las barras jugar su propio partido. “Oeoeoeee sapri, sapri”, cantaban los morados y de inmediato los de casa buscaban callarlos con el “oeoeoeee Brujas, Brujas.”

Los ánimos se calentaron cuando Gabriel Badilla cometió penal y el árbitro Mario Arturo Barrantes se tragó el pito, o no sé, tal vez le dio miedo señalarlo.

Fue penal claro, manos del defensa Gabriel Badilla, que quien sabe, de haber sido señalado, quizá la crónica del juego hubiera sido otra, porque en ese instante el partido estaba cero por cero.

No pitaron el penal, a Barrantes le gritaron de todo, pero lo salvó que el diablo se creció, hizo lo que quiso y en Aserrí espantó a las brujas con escandaloso 5 a 0.

“Fue categórico”

Jeaustin Campos, Técnico de Saprissa

¿Es un alivio haber terminado con la racha de juegos sin ganar en el campeonato?

Yo esto nunca lo vi como una crisis. Siempre he creído en el volumen de juego del equipo y por eso el triunfo no me sorprende, el resultado fue muy categórico y convincente.

¿El marcador tan abultado lo tomó por sorpresa?

Si digo que me sorprende sería menospreciar el trabajo de los muchachos. Estaba convencido de que íbamos a hacer un buen partido. El resultado es un premio.

¿Cuánto cambiará el panorama para el otro juego, con un marcador de 5 por 0?

No voy a irrespetar la labor que ha efectuado Brujas. El miércoles tenemos un partido durísimo y no nos vamos a confiar. El resultado nos da un poquito de ventaja, pero lo más importante es que regresamos a la senda del triunfo.

¿ Jugar en campo sintético ayudó a lograr la victoria?

Siento que más que la gramilla, fue una buena lectura del compromiso que hicieron los muchachos. Se manejaron muy bien los bloques y supimos sacar provecho de las dimensiones del terreno de juego.