Roma, Italia /AP Ante más de 70.000 eufóricos tifosis que llenaron el estadio San Siro de Milán, el Inter de Milán recibió la copa de su tercer “scudetto” consecutivo y el 16 de su historia.

Cada jugador recibió una medalla y después su capitán argentino, Javier Zanetti, alzó la copa al cielo, mientras caía una lluvia de papeles multicolores en el momento culminante de la celebración interista

Los jugadores dieron la vuelta del estadio con la copa y una bandera gigantesca del club.

Fue una gran fiesta por un título por el cual debió sufrir hasta el final, que se adjudicó en la última fecha al vencer 2-0 al Parma. La Roma le pisó los talones al situarse a sólo un punto, pero al final la ventaja fue de tres (85-82).

Los tifosis se dirigieron a San Siro desde la Plaza del Duomo, en el corazón de Milán, donde habían comenzado la celebración.

Las primeras reacciones revelaron el nerviosismo de los últimos días, cuando los “nerazzurri” creyeron que podían perder el título en la última fecha, como les había ocurrido en el 2002

Massimo Moratti, presidente del Inter, declaró: “Fue un título ganado con sufrimiento. Hemos ganado un campeonato mientras toda Italia alentaba en contra de nosotros. Los jugadores fueron formidables”, afirmó.

Reconoció que tuvo miedo de perder el “scudetto”: “Se tiene siempre miedo, pero sirve para tener más voluntad”, expresó.

Roma se paralizó durante todo el encuentro con el Catania, con sus calles desiertas, y la esperanza de un milagro, que parecía producirse cuando el equipo se puso en ventaja y el Inter empataba, hasta que entró el sueco Zlatan Ibrahimovic y con dos golazos resolvió la situación. Roma y Catania empataron 1-1.

Francesco Totti, quien no pudo jugar los últimos partidos por lesión, confesó “fue una lástima, creí que podíamos ganarlo”.

Más polémico fue Daniele De Rossi. “A nuestros adversarios los ayudaron a ganar el título, esto no es el fútbol. Hubo siete, ocho partidos que fueron un poco extraños”, dijo De Rossi.

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